Periodismo, misión imposible en Veracruz

AutorJesús Cantú

Con el homicidio de Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de la fuente policiaca de los periódicos Notisur y Liberal del Sur, el número de reporteros asesinados durante el mandato de Duarte llegó a 10, y además siguen desaparecidos Gabriel Fonseca Hernández, también reportero de la fuente policiaca del periódico El Mañanero de Acayucan, desde el 17 de septiembre del 2011; y Sergio Landa Rosado, que cubría las mismas fuentes para el diario Cardel, de la localidad que lleva el mismo nombre, desde el febrero de 2013. Así, hasta el momento el recuento es de 10 asesinados y dos desaparecidos, aunque con pocas esperanzas de encontrarlos con vida, dado que ambos ya llevan meses en dicha condición.

La violencia e inseguridad en el estado es generalizada, y el pasado miércoles 12 de febrero Anahis Palacios, representante del Colectivo por la Paz, de Xalapa, Veracruz, al participar en una manifestación frente al Palacio de Gobierno, señalaba que sólo la Procuraduría General de Justicia de Veracruz tiene contabilizados 484 casos de personas desaparecidas. Sin embargo, aclaró que esa era la cifra oficial, pues el número podría ser mucho mayor ya que, en estos delitos, la llamada cifra negra es alta.

Pero las ya de por sí alarmantes estadísticas de inseguridad se agravan por tres aspectos al menos: la incapacidad de las autoridades para atender las alertas previas o incluso las denuncias de algunos periodistas; la mala integración de las averiguaciones previas por parte del Ministerio Público estatal; y la decisión de desechar cualquier línea de investigación que vincule los asesinatos al ejercicio periodístico de las víctimas.

Hay tres casos en los que evidentemente las advertencias, denuncias o incluso eventos delictivos previos fueron públicamente conocidos y, sin embargo, las autoridades no hicieron nada para prevenir el secuestro o el asesinato. Regina Martínez, corresponsal de Proceso en dicha entidad, había sufrido un robo en su domicilio y había sido amenazada; Sergio Landa había sido secuestrado un mes antes de su desaparición y fue liberado tras la intervención de las autoridades; y Gregorio Jiménez -según el director de la organización de la sociedad civil Artículo 19, Darío Ramírez- había manifestado en 2013 que sufrió una serie de amenazas de muerte como consecuencia de su trabajo periodístico.

Respecto a la pésima integración de los expedientes, también el caso de Regina Martínez es una muestra palpable de esas irregularidades. El...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR