Desde la tercera

¡¡¡¡¡REEEEESPETABLE PÚBLICO!!!!! Aún con el grito en la garganta y las secuelas del festejo patrio regocijándose por todo el cuerpo, quiero platicarles que hace unos cuatro días se cumplieron diez años del fallecimiento de uno de los luchadores más importantes en la historia de nuestro pancracio: Dr. Wagner.

Manuel González Rivera dejó de existir por un ataque al corazón, varios años después de aquel accidente automovilístico que lo dejó en silla de ruedas, cuando viajaba de Monterrey a Nuevo Laredo a lado de otros luchadores como Mano Negra, Solar, Jungla Negra y el Ángel Blanco, quien conducía y murió al instante, el 27 de abril de 1986.

Ahí nació la leyenda que cuenta que fue El Solitario quien se llevó al Ranchero Vargas, su compadre, compañero y rival arriba del ring, quienes junto a Wagner le dieron vida a la famosa y hasta invencible, Ola Blanca.

El Galeno del Mal era un peso semicompleto natural, fuerte como un roble y aguerrido como él solo, rudo despiadado y técnico fino, pero con un temple y porte diferente que lo llevaron a convertirse en un histórico de nuestros cuadriláteros.

Bueno, era tan profesional, serio y de una personalidad tan fuerte, que asegura mi padre que si Wagner viera la forma de luchar de sus hijos (Dr. Wagner Jr. y Silver King) se volvería a morir del puro coraje.

Pasando a otra esquina, les comento que los que acaban de cumplir 22 años sobre los encordados son los Pequeños Estrellas del CMLL, de quienes ni se acuerda...

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