Ahogado de la risa

Para aquellos que ayer pecaron, les dejamos unos chistes sobre curas para que no se duerman en misa y liberen sus culpas:

Una mujer soltera se entera que su amiga quedó embarazada sólo con confesarse y rezar un ave maría en la iglesia del pueblo vecino, por lo que decide ir a probar suerte.

Hincada en el confesionario se dirige al padre:

-Buenos días, padre.

El cura le corresponde:

-Buenos días, hija, ¿en qué puedo ayudarte?

La mujer va al grano:

-Fíjese, padre, que me enteré que mi amiga vino y quedó embarazada sólo con una confesión y un ave maría.

El sacerdote, apenado, se agarra la frente y confiesa:

-No hija, fue con un padre nuestro, pero ya lo despedimos.

¿En qué se parecen un cura y un árbol de Navidad?

En que ambos tienen las bolas de adorno.

Después de oficiar misa, tres curas se reúnen para elegir la mejor forma para repartirse las limosnas.

Uno de ellos propone:

-Hacemos un círculo en el suelo y tiramos la morralla para arriba. Lo que caiga dentro del círculo es para Dios y lo que caiga afuera para nosotros.

Ninguno de los otros dos se convence, así que otro opina:

-Lo que caiga en el círculo para nosotros y lo que caiga fuera para Dios.

El último, con una sonrisa artera, comenta:

-Tengo una idea mucho mejor: tiramos el dinero para arriba, lo que agarre Dios es suyo y lo que caiga al suelo para nosotros.

En un seminario, el Obispo quiere medir la vocación y el grado de santidad de sus pupilos, así que compra una edición especial de las chicas METRO y les pide que se aten una campanita en su miembro.

Llama al primero y le enseña la portada. Inmediatamente se oye: "tilín,

Decepcionado, le ordena:

-¡Qué salvajada, qué escándalo, vaya a bañarse con agua fría!

Llama al...

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