Abren nueva casa para migrantes

Los migrantes en tránsito que llegan de Centroamérica a Monterrey cuentan con un nuevo refugio en Santa Catarina: Casa Monarca.

Al igual que las mariposas de alas de colores naranja y negro, los migrantes que atiende este hogar auspiciado por la Arquidiócesis de Monterrey viajan largas distancias buscando un mejor lugar para sobrevivir, y este centro se ha convertido desde hace unos meses en un apoyo a su camino.

Aunque aún no funciona como una casa del migrante en la que ellos puedan quedarse, asearse y dormir, el centro, que inició actividades en noviembre, les ofrece alimento y ropa que les lleva hasta las vías del tren, medio que usan para cruzar el territorio nacional hacia Estados Unidos.

"El señor Arzobispo vio la necesidad de que era necesario otro albergue en otro punto de la Ciudad y por un punto natural y geográfico que era Santa Catarina", dijo el Padre Luis Eduardo Zavala, director del nuevo refugio.

Además, el presbítero es profesor de derechos humanos en Yale, y parte de lo que gana en la prestigiosa universidad estadounidense lo utiliza para financiar la Casa Monarca.

¿Su meta? Llegar a ser como la Casanicolás en Guadalupe o la Casa del Migrante de Saltillo.

Sólo le faltan recursos económicos y una mayor sensibilidad entre la gente para desestigmatizar a la persona en tránsito.

VOLUNTAD Y CARIÑO

Cuando a María del Rosario Reyes la invitaron a ser voluntaria y cocinar para los migrantes no lo pensó dos veces.

"Yo tengo un hijo que fue indocumentado muchos años y todavía está por allá, y yo siempre tuve la ilusión de servir. Cuando a mí me invitaron aquí, yo lo hice con mucho amor por estas personas", dijo mientras meneaba el guiso de pollo a la jardinera que les servirían a los viajantes.

"Más que nada apoyo por servir a nuestros hermanos".

Como ella, hay más de 50 mujeres, hombres y adolescentes que colaboran en la casa cocinando, "emplayando" los alimentos y llevándolos cerca de las vías férreas.

El alimento consta de guiso, arroz, frijoles y unas cinco o seis tortillas, un alivio para el hambre de quien no tiene que comer.

"Todo lo que preparamos está delicioso, riquísimo. Bueno, eso nos dicen nuestros migrantes, ¿verdad?", comenta Martha Ofelia Martínez con una sonrisa.

'NOS VAMOS A QUEDAR'

Desde hace varios meses, Evelyn Hernández salió de Honduras embarazada, junto con su esposo y sus pequeños: Berhklin, de 7 años, Brandon, de 4 años, y Kimberly...

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