Ajustan cuentas narcotraficantes

METRO / Redacción

El reacomodo y la lucha de poder que se registra entre los cárteles del narcotráfico en el país, a raíz de la captura de capos como Benjamín Arellano y Osiel Cárdenas, se refleja ahora en la movilidad de ejecutores y víctimas en el ajuste de cuentas.

Los ejemplos abundan: jalisciences y tamaulipecos eliminados en Nuevo León, michoacanos asesinados en Jalisco, tapatíos acribillados en Sinaloa, sinaloenses muertos en Baja California, sicarios tamaulipecos detenidos en Michoacán.

De acuerdo con un recuento realizado por METRO, en este periodo los estados de Nuevo León y Michoacán saltaron por primera vez a los primeros cinco lugares a nivel nacional en cantidad de homicidios que tienen las características de "ajustes de cuentas", y que suman 190 casos.

Hasta hoy, se tienen indicios de que el Cártel de Juárez ha buscado el control de Nuevo Laredo, y que existen al menos dos grupos criminales del narcotráfico en cada ciudad fronteriza de Tamaulipas, que tratan de eliminar a su oponente.

Las víctimas han sido asesinadas en sus domicilios, en la vía pública, en carreteras, en fiestas, en vehículos, o han aparecido encobijados o enterrados, con más de cinco tiros de armas de grueso calibre en el cráneo o abdomen.

Baja California, el DF y Sinaloa, encabezan el listado de homicidios que presuntamente están relacionados con el crimen organizado. Lo mismo han sido eliminados comandantes policiacos, que ex Alcaldes, familias y grupos de supuestos traficantes.

Las autoridades federales y estatales han explicado este fenómeno con distintas hipótesis. En el área de Nuevo León y Tamaulipas, que en conjunto acumulan 30 ejecuciones, así como en Michoacán, hay supuestos reacomodos de los grandes cárteles.

En la Ciudad de México se esgrime el argumento de que decenas de grupos de "graperos" se disputan las calles palmo a palmo -específicamente en Tepito- y que más de 200 ex convictos que han sido preliberados en el último semestre, han regresado a sus colonias para recobrar su influencia.

Tamaulipas se ha convertido en un "foco rojo" para el Gobierno; el caldo de cultivo para la violencia lo componen diversos elementos. El Ejército externó el mes pasado su sospecha de que Arturo Hernández, El Chaky, presunto narcotraficante recién capturado, ejecutó a Dionisio Román El Chacho para ocupar su lugar en Nuevo Laredo.

El Chaky pertenecía al grupo de los Carrillo Fuentes, pero El Chacho -traficante tamaulipeco- además libraba un enfrentamiento alterno contra otro grupo de esa ciudad, Los Ortiz. A esos personajes apuntan las investigaciones sobre los nueve ejecutados que aparecieron el 2 de abril en Nuevo León.

La otra zona conflictiva es Michoacán y Jalisco. Apenas el 21 de abril, seis personas fueron ejecutadas en el municipio michoacano de Los Reyes. Posteriormente se confirmó que eran familiares de Luis y Armando Valencia, jefes del llamado Cártel del Milenio.

Los mapas delictivos de la PGR, y...

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