AnaníAs Vs. Abreu: Desencuentro Ministerial Para Dilma Rousseff
Por Luis Alberto García
Brasilia, 10 Ene (Notimex).- En una nación de desigualdades infinitas que se expresan no solamente en las ciudades, sino en la inmensidad de un territorio que rebasa los ocho millones y medio de kilómetros cuadrados de superficie, dos ministros del nuevo gobierno de Brasil se enfrentaron verbalmente en torno a la necesidad de avanzar en una reforma que termine con los latifundios.
A una semana de haberse estrenado el nuevo gobierno, la cuestión agraria -tema "tabú" en Brasil desde tiempos inmemoriales-, ya causó las primeras discordias en el gabinete de la presidenta Dilma Rousseff, un par de cuyos colaboradores discreparon sobre la existencia de latifundios en el país.
El asunto plantea la necesidad de avanzar o no con una reforma en el área, de acuerdo con lo dicho por.el ministro de Desarrollo Agrario, Patrus Ananías, quien sugirió el pasado 6 de enero "derrumbar las cercas del latifundio".
Lo dijo un día después de que la titular de Agricultura, Kátia Abreu, negara que ese fenómeno de concentración de la propiedad exista en el país, ignorando, tal vez a propósito, que el bandolerismo y las masacres en el campo han sido historia de cada día desde tiempos de la colonización portuguesa.
Ananías, dirigente histórico del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), asumió formalmente su cargo y rebatió las declaraciones deAbreu, hacendada y ganadera designada por Rousseff como nueva ministra de Agricultura, pese al firme rechazo de los movimientos campesinos del país.
Éstos tienen un antecedente remoto en las Ligas Campesinas del Nordeste, fundadas en 1954 en Pernambuco -lugar de nacimiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva- por Francisco Juliao, en una tierra cuya pobreza ha sido motivo de los más profundos estudios, entre otros los elaborados y publicados por el sociólogo Josué de Castro.
En su libro Geopolítica del hambre, el estudioso de ése y otros fenómenos -que desde siempre han afectado el desarrollo de Brasil como nación-, denunció además la presencia de los latifundistas y sus representantes electorales en el Congreso nacional.
Debido al poder económico acumulado durante décadas, no tienen recato en autodenominarse la "agrobancada", similar a las fracciones religiosas de la Iglesia Universal del Reino de Dios, y de los grandes medios de comunicación, sentados sin que nadie los moleste en su curules en Brasilia.
En entrevista publicada el lunes 5 de enero por el diario Folha de Sao Paulo, Kátia Abreu...
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