AngéLica Balado, Yucateca SíMbolo de Lucha Ante Problemas Sociales

Mérida, 12 Mar (Notimex).- Romántica por naturaleza, firme en sus convicciones y segura de sí misma, la cantautora Angélica Balado es voz y símbolo de la lucha de la mujer yucateca, que rechaza permanecer al margen de problemáticas sociales como la injusticia y la desigualdad.

La compositora, quien inició a los 14 años su carrera, es hoy uno de los íconos más representativos de las trova contemporánea, al mismo tiempo, un referente de la mujer que se opone a la lucha de géneros y que desecha la idea de sufrir a causa de la discriminación.

Con casi 400 canciones de su autoría, de las cuales la más popular es "Transparente", Angélica fue alumna de una de las leyendas vivas de la canción yucateca, Sergio Esquivel. Ha realizado presentaciones en sitios emblemáticos como La Casa de las Américas, en Cuba.

Es considerada uno de los más importantes exponentes de la canción contemporánea en la península de Yucatán. Recibió la Medalla al Mérito Artístico 2000, otorgado por el gobierno del estado, a través del Instituto de Cultura de Yucatán, así como la Medalla "Guty Cárdenas" 2010.

Balado, quien es originaria de Tekax, advierte que para superar los retos que enfrentan las mujeres, la fórmula está en "no acobardarse".

A mis 14 años, narra, empecé a componer. Mi carrera ha sido de muchos capítulos: como integrante de grupos musicales mucho antes de ser solista y dedicarme a defender mis canciones.

"Cantaba en grupos de iglesia, en coros; en mi juventud hasta en un grupo de rock; luego participé en un grupo de poesía y música latinoamericana. Hemos hecho de todo un poco", comentó.

Dos fases han marcado su vida: su integración al cuarteto universitario, conformado entonces por tres hombres y ella, "que es con el que empiezo a inquietarme ya en serio con la música y años más tarde a mi integración al taller de compositores que fundó Sergio Esquivel de trova contemporánea".

"Fue ahí donde empecé con la composición de mis propias canciones. A partir del taller de Sergio (Esquivel) es que me volví terca con mis canciones", detalló la también locutora y productora de programas de radio cultural.

Pero el taller tenía una característica: "eran 25 compositores varones y yo", pese a ello, "nunca me sentí discriminada".

"Cuando yo empecé a cantar trova, ésta era considerada nada más una práctica masculina. Era inusual que una mujer llevara serenata, esa las llevaban los varones; con mi grupo, cantábamos a voces. Puedo decir que fui la primera mujer que llevé...

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