El Arca de Mauricio

Si algo le faltaba a la vida coleccionista de Mauricio Fernández Garza era esto: un sitio para animales insólitos.

La Anacahuita es el nombre del rancho que el por tercera ocasión Alcalde de San Pedro trabaja en Lampazos de Naranjo desde hace tres años y en el que reúne, en un espacio de 5 mil hectáreas, decenas de especies exóticas y en riesgo de extinción, algunas valuadas en millones de pesos.

Su idea, afirma, es reproducir y preservar, esencia del político y empresario que lo colecciona todo: arte, libros, monedas, estampillas, armas, documentos. Pero, hasta hace unos años, nada indicaba que su afán por acervos se inclinara también hacia los animales.

Ejemplares de bisonte, gamo europeo, cebra de Grevy, gacela común y de Thompson, jirafa, ñu azul, antílope Ádax, impala y gaur rondan en cinco "reservas", como les llama Fernández a las áreas en las que tiene dividido el rancho por mallas metálicas, a fin de que los animales convivan con otros y no se crucen con "sus primos".

"Esto lo andaba buscando desde niño", revela.

"Si de algo he leído es de animales y aquí pude hacer esto realidad".

ECOSISTEMA ESPECIAL

Fernández está sentado en una esquina de la terraza de su residencia -sobre una loma, al centro del rancho-, obra que él mismo diseñó y decoró ("es mi debut y despedida como arquitecto"). A lo lejos se ve una manada de bisontes.

"Desde la casa tienes una vista de 360 grados del terreno", dice y contempla su propiedad custodiada por la Meseta de Cartujanos y la Sierra de Pájaros Azules.

El Alcalde de San Pedro se resiste a hablar de lo invertido hasta el momento en La Anacahuita, cuya residencia está construida con piedras de construcciones del siglo 18 de San Miguel de Allende, lajas de Vallecillo, maderos inmensos arrancados por el Huracán Álex, y piedras y escoria de desecho.

"No vale la pena hablar de montos", dice. "Una jirafa vale 100 mil dólares (tiene dos). Hay animales que valen un dineral".

La propiedad, que colinda con la del ex Gobernador Natividad González Parás, era de los cuñados de Fernández y, según estudios que le han dado, en el terreno coinciden ecosistemas similares a los de Chihuahua, Tamaulipas y Texas.

"Es un ecosistema chistoso", comenta.

"Si te vas a 50 kilómetros, ya no vas a ver ébanos ni plantas que aquí se dan".

Para darle vida a la zona, el Alcalde ordenó cavar pozos profundos para sacar agua "purísima", que abastece a través de 50 kilómetros de tuberías subterráneas a una serie de bebederos situados cada...

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