Arman a Chente look presidencial

La señora María Antonieta Grajales, especialista en moda y dueña de una boutique en el Distrito Federal, es la que cuida la nueva imagen del Presidente Vicente Fox y la de sus hijos.

Su trabajo no ha sido fácil. Para las ceremonias oficiales, la señora Grajales le ha quitado a Fox las camisas vaqueras de color azul para cambiarlas por trajes exclusivos de Covarra o piezas del afamado sastre napolitano Antonio Solito.

Se trata de hacer que Vicente Fox no luzca sólo como ranchero, sino también como Presidente, dijo la modista.

Fox ha tenido que dejar los pantalones de mezclilla y la hebilla para asistir a actos con empresarios y en actos oficiales, aunque no le han podido quitar las botas.

La señora Grajales le ha recomendado al Presidente piezas del Grupo Covarra fabricadas en Cuernavaca, trajes exclusivos o comerciales con lanas de calidad y finos acabados, una ropa que se comercializa principalmente en la boutique High Life de Polanco. Aunque también le han comprado trajes de Ralph Laurent.

Para los casos especiales, Fox ha usado trajes del sastre napolitano Antonio Solito, uno de los más prestigiados del país, es un italiano que tiene décadas en México y que en un taller del DF fabrica trajes a la medida en estilo clásico, fabricados con lana australiana o seda, con todo muy bien cuidado, la solapa proporcionada a la altura, el corte, los ojales.

Solito es partidario de conservar la tradición del traje oscuro, la camisa blanca y la corbata de seda con estampados geométricos pequeños. Aunque Fox los usa con botas.

Las corbatas de Vicente son principalmente de la marca Hermes, las más finas y costosas que se comercializan en México, con estampados exclusivos y finas sedas. Pocos políticos en realidad se han resistido a la tentación de usar una Hermes.

Con esto del nuevo encargo, Fox ha tenido que estrenar trajes y corbatas. Ya casi no usa sus casi 20 playeras azules estilo vaquero que tiene dobladas en el armario del rancho San Cristóbal. Ya sólo las usa el fin de semana.

Aunque las botas no se las han podido quitar. Tiene al menos cinco pares en el Hotel...

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