La batalla por Wirikuta

AutorGraciela Zamora y Rodolfo Ambriz

REAL DE CATORCE, SLP.- EL 13 de abril de 2008 Felipe Calderón firmó el Acuerdo Huauxa Manaka con el que los gobiernos federal y de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí se comprometían a resguardar los sitios ceremoniales del pueblo wixárica (huichol). "Nos comprometemos a proteger y fortalecer la continuidad histórica de los lugares sagrados y las rutas de peregrinación del pueblo wixárika", dijo entonces.

No obstante en noviembre del año pasado el gobierno federal concesionó a la minera canadiense First Majestic Silver 6 mil 327 hectáreas del Área Natural Protegida y Sitio Sagrado Natural de Wirikuta, en el municipio de Catorce, San Luis Potosí.

Además -ignorando las gestiones y peticiones de cancelación de esos contratos-otorgó nuevas concesiones a la minera West Timmins Mining en el ejido Las Margaritas, dentro de la misma área natural, donde los wixaritari (huicholes) depositan sus ofrendas y recolectan peyote. Esa zona protegida es uno de los 14 sitios sagrados naturales más importantes del mundo. El pasado jueves 24 de mayo -en una reunión entre funcionarios de alto nivel del gobierno federal y representantes de los indígenas y de la minera canadiense- se anunció que First Majestic cedía al gobierno federal el área de su concesión, donde se ubican los sitios sagrados del pueblo wixárika.

Pero Felipe Serio Chino, secretario de la Unión Wixárika y delegado del Consejo Regional Wixárika, quien estuvo en ese acto, afirma que el anuncio gubernamental fue "una farsa" a la cual los trajeron con mentiras y sin la presencia ni la consulta de los representantes legales de las comunidades wixaritari.

A ellos les habían informado que vendrían a conocer los resultados de los trabajos técnicos de mapeo y georreferencia-ción que hizo la Secretaría de la Reforma Agraria en la ruta histórico-cultural. Estos trabajos tampoco fueron consultados ni aceptados por la mayoría del pueblo indígena. "No sabíamos a qué veníamos, el anuncio fue un engaño y nos tomó por sorpresa".

Para Jesús Lara Chivarra, del Consejo Regional Wixárika, éste no es un triunfo para el pueblo huichol, sino para la empresa canadiense y para el gobierno federal. "Nunca nos consultaron. Nuevamente violan nuestros derechos y engañan a la opinión pública beneficiando los intereses de quienes quieren destruir nuestro altar principal".

El descontento de los wixaritari obedece a que tramposamente, afirman, las 45 mil hectáreas decretadas por el presidente como Reserva Minera Nacional -supuestamente fuera del alcance de las trasnaciona-les- no están dentro de las áreas de las concesiones; corresponden a una franja a un costado de la vía del tren y de la carretera que cruza la reserva y el poblado de Wadley.

Por eso el Consejo Regional Wixárika y el Frente en Defensa de Wirikuta Tama Tsi-ma Wahaa dijeron que las declaraciones de los secretarios de Estado en la reunión del 24 de mayo -encabezados por el titular de Gobernación, Alejandro Poiré- están llenas de falsedades que distorsionan la realidad que se vive en el lugar sagrado: el lote minero cedido por First Majestic abarca sólo 761 hectáreas, que están libres de mineralización. Éste ya había sido ofrecido por la minera en enero de 2011 y el pueblo wixárika no aceptó.

Avalancha de mineras

Pero hay más concesiones que afectan el sitio sagrado. Según información de la...

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