Beltrones-Peña: pacto de supervivencia

AutorJesús Cantú

El presidente tenía dos decisiones cruciales frente a sí: sustituir a César Camacho con alguien que le permitiera enfrentar los procesos electorales estatales del próximo año con probabilidades de no salir muy mal librado (bien librado es casi imposible en las condiciones en que se encuentra el país en estos momentos); y encontrarle un sitio a Beltrones una vez que concluyera su periodo como diputado, lo cual se reducía fundamentalmente a tres posiciones: la presidencia del PRI, la Secretaría de Gobernación o una embajada, pues dejarlo fuera del presupuesto hubiese sido muy peligroso, especialmente si se toma en cuenta la experiencia de Nuevo León, donde dicha insensibilidad provocó su derrota electoral.

Optó por la que le permitía resolver ambos problemas y obligaba a Beltrones a esforzarse al máximo, pues en buena medida la posibilidad de obtener la candidatura presidencial en 2018 depende de los resultados electorales del próximo año. La decisión le permitía, además, mantener en la carrera presidencial a sus dos principales alfiles: Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, quienes, más allá de sus bajas preferencias electorales, se mantienen por encima de Beltrones.

Una vez que se logró ganar la mayoría en la Cámara de Diputados junto con las bancadas de los partidos satélites (Verde y Panal) y se aprobaron las reformas estructurales, el presidente del PRI deberá abocarse más a mantener la unidad de ese partido, ganar las elecciones estatales y salir en defensa del presidente cuando se requiera.

De los candidatos disponibles, Bel-trones era el ideal para las dos primeras tareas, e incluso para la tercera, al no ser alguien tan identificado con el presidente, y como sabe que el éxito en las elecciones estatales depende de la posibilidad de recuperar algo de confianza y credibilidad en el gobierno federal, seguramente lo hará cuando sea necesario.

Así las cosas, la preocupación central serán las elecciones estatales del próximo año. De las 12 gubernaturas en juego, el tricolor es gobierno en nueve de ellas y oposición en las restantes tres. El reto es mantener el mismo número, y si hay intercambio de entidades, que el saldo no sea muy desfavorable.

A pesar del discurso oficial en los comicios de este año, el saldo en las gubernaturas fue negativo para el PRI, pues resultó con una menos de las seis que tenía, y aunque recuperó Guerrero y Sonora, perdió Michoacán, Querétaro y Nuevo León, que era la entidad con mayor relevancia a nivel...

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