La Calle Diario de un Espectador/ La caíada del halcón negro

Cuando vimos anunciada La caída del halcón negro, creimos que se refería a un personaje de las historietas de hace medio siglo. No es así, pero de todos modos la evocación nos trajo a la memoria los tiempos infantiles que atestiguaron el auge de los comics. Además de los clásicos de Walt Disney y Walter Lantz, a mediados de la centuria anterior proliferaron los cuadernos ilustrados de aventuras, entre los cuales figuraban las del Halcón negro.

Este era jefe de un grupo internacional de justicieros. Al paso del tiempo comprendimos que no eran relatos anodinos los que semanalmente nos asestaban a sus lectores. Eran parte de la estrategia de la guerra fría, por medio de la cual Estados Unidos alimentaba su imagen de potencia noble y benefactora. Por esa razón no era preciso aclarar que el Halcón negro era norteamericano, jefe de una brigada donde si la memoria no nos falla había representantes de las siguientes nacionalidades: Chuck, inglés; Stanislaus, polaco; Hendrikson, noruego, Olaf, sueco, André, francés, y Chop-chop, chino. Además de la discriminación que implicaba que éste tuviera apodo (por su condición de cocinero) y no nombre, su posición secundaria, de mero achichinque, se ostentaba porque no portaba uniforme, sino una vestimenta de civil a la usanza china. El resto del equipo se enfundaba en trajes azules de combate. El jefe, para mostrar que lo era, ostentaba en el pecho un círculo blanco con la cabeza de un halcón negro en el centro.

Tal vez quien dio nombre al grupo de helicópteros a que se refiere la película actualmente en cartelera tenía en la mente el mismo recuerdo que hemos velozmente traído del ayer. El hecho es que entre las varias unidades norteamericanas de combate presentes en Somalia en 1993 estaban esos helicópteros, cuya tripulación tiene papel protagónico en esta cinta en que se dispara tanto parque y mueren tantas personas que parecen la fuente (o la comprobación) de dos chistes que al respecto corrían hace tiempo. Según el primero, un buen...

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