Censura y autoritarismo, vigentes

AutorJesús Cantú

Entre los casos en los que el Congreso ha logrado detener los afanes reeleccionistas de los presidentes se encuentran Bolivia, donde la condición para aprobar un referéndum fue que Evo Morales únicamente accediera a una reelección; y Ecuador, donde Rafael Correa también pudo extender su mandato a 10 años, mediante una reelección.

Mención aparte merece Colombia, porque allí fue la Corte Constitucional la que impidió la segunda reelección de Álvaro Uribe. El entonces presidente logró en el 2005 el apoyo del Congreso y el aval de la Corte Constitucional para reformar la Constitución con el fin de reelegirse por una única ocasión; pero en 2009 consiguió que un Congreso a modo aprobara otra enmienda para poder reelegirse nuevamente. Sin embargo, una Corte con ocho nuevos magistrados echó por tierra sus aspiraciones, al declarar inconstitucional dicha reforma en marzo del 2010.

En los últimos tres casos funcionó la división de poderes, y el Congreso y la Corte contuvieron la vocación autoritaria de los presidentes. Al respecto, el politólogo italiano Giovanni Sartori señala que las instituciones no pueden hacer milagros, pero que es muy difícil que tengamos buenos gobernantes sin buenos instrumentos de gobierno. Y en México se conjuga una cultura política autoritaria con una institucionalidad también autoritaria, debido a lo cual las expresiones del viejo régimen afloran cotidianamente y la construcción de la democracia se vuelve tarea titánica.

La permanencia de la cultura política autoritaria se manifiesta claramente en encuestas como Latinobarómetro, donde el reporte del 2010 muestra cómo el índice de democracia (construido a partir del apoyo a la democracia y la conciencia de la importancia de los partidos políticos y el Congreso para su existencia) presenta un balance negativo de 10 puntos para el caso mexicano; o el hecho de que 44% de los mexicanos apoyarían en alguna circunstancia un gobierno militar.

Y, por otra parte, prevalecen casi intactas las instituciones construidas durante los 70 años del priiato, con las que se ha buscado soportar el ejercicio arbitrario y discrecional del poder, así como las leyes lo suficientemente ambiguas e imprecisas como para permitir a la autoridad aplicarlas lo mismo para sancionar que para premiar, exactamente en las mismas circunstancias.

Eso fue precisamente lo que sucedió con la legislación en materia de inversión extranjera en radio y televisión, en los casos de la sociedad de Televisa Radio y el...

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