Chiconcuac: Comarca del Arte Textil

Población famosa por sus tejidos de lana, Chiconcuac ofrece al visitante una gran variedad de suéteres, jorongos, chales y tapetes durante sus días tradicionales de plaza: sábado, domingo y martes, cuando abren sus puertas más de 10 mil comercios fijos y semifijos.

A pesar de la industrialización del trabajo textil, de las importaciones y de la llegada de fibras sintéticas, en Chiconcuac aún prevalecen alrededor de 50 artesanos que utilizan el telar tradicional para confeccionar sus prendas en la lana.

Así pues, ya sea vendiendo productos elaborados por los artesanos textiles o las prendas importadas de fibras sintéticas, la mayoría de los habitantes de Chiconcuac se dedica al comercio de ropa, colchas, suéteres, blusas y otras prendas.

Pero no todo en Chiconcuac es la industria textil. Este, el segundo Municipio más pequeño del Estado de México, también ofrece al visitante arquitectura religiosa de la época colonial; ejemplo de ello es el Templo de San Miguel Arcángel, cuya fiesta se celebrará del 29 de septiembre al 8 de octubre.

Este templo data de finales de Siglo 18; conserva un pórtico y fachada estilo barroco popular texcocano, en el cual destacan dos leones que sostienen la arcada del soportal además de hermosos candelabros de cristal en su interior.

Otras muestras de la arquitectura religiosa son la Capilla de San Pedro, del Siglo 17; el templo de San Pablito, del 19, y el templo de Santa María construido durante esta centuria.

En la visita a Chiconcuac también es posible conocer los restos de un mamut cuya antigüedad se calcula en 10 mil años y los cuales fueron encontrados durante los trabajos de excavación para el cárcamo del Barrio de San Pedro.

Estos vestigios pueden ser conocidos en la ex Biblioteca Municipal, la cual abre de lunes a sábado.

En la Casa de Cultura de Chiconcuac es posible observar diferentes exposiciones y conocer los telares que utilizaron los primeros artesanos de la zona, con los cuales aún se enseña a los jóvenes el oficio artesanal textil para conservar la tradición, que con la industrialización se está perdiendo.

Sin embargo, subsisten artesanos que continúan elaborando prendas de lana, como lo hicieron sus abuelos y los abuelos de sus abuelos, quienes aprendieron el oficio de los colonizadores que trajeron a la Nueva España el borrego.

Por cierto, la introducción de este animal aportó un nuevo elemento a la comida de los habitantes, quienes elaboran consomé y barbacoa.

Dentro de la riqueza gastronómica...

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