De todo corazón consejos humanos

Uno más grande

Tía, buenas tardes, que Dios te colme de muchas bendiciones, ya que en una ocasión te pedí un consejo y me lo diste muy amablemente. Ahora vuelvo a comunicarme contigo para comentarte que en aquella ocasión te escribí para decirte que me gusta ponerme ropa de mujer y a mi esposa le gustaba acariciarme con un consolador, y yo le dije que tenía muchas ganas de tener un hombre que me penetrara y se me hizo; me metí con un hombre y me gustó muchísimo; ahora, después de vivirlo así, quiero intentar con un falo más grueso y grande, porque mi cuerpo me lo está pidiendo y mi esposa ya me dio permiso de que lo haga. Te doy las gracias porque tus consejos son muy buenos y haces que yo te considere una persona maravillosa, por eso es que te agradezco que nos ayudes y nos orientes con nuestras inquietudes, como la que ahorita te preguntaré, ¿crees que es bueno que yo me meta algo más grande y grueso?, ¿sería malo para mi cuerpo? Te lo agradezco mucho, Tía, y ojalá puedas responderme un sábado.

José Luis, 55 años, mecánico.

Buenas tardes, querido José Luis. Gracias por regalarme bendiciones, las comparto contigo. Existen tres principios desde el punto de vista de la sexología que te ayudarán a determinar los límites que podrías considerar en relación con una sana vida sexual. 1. Evitar hacerse daño a sí mismo. 2. Evitar dañar a terceros, y 3. Que las prácticas sexuales sean consensuadas, o sea que los participantes estén de acuerdo en lo que se hará sin que alguno presione o amenace al otro. Por lo que me cuentas, tu esposa ha estado de acuerdo en que tengas sexo con otro hombre y ahora te ha "autorizado" a que busques otro falo más grueso. ¿Dices que tu cuerpo "te pide" que te introduzcas un falo más grande y grueso en el ano? Así como haces esta lectura, también podrás darte cuenta si te causas daño. Si hay dolor o sangrado, esas son señales de tu cuerpo de que debes detenerte. Escucha a tu cuerpo. Sé prudente.

Miradas incómodas

Querida Tía, te escribo para pedirte un consejo. Desde que iba en tercero de secundaria empecé a hacer ejercicio, sigo haciéndolo y me han dicho que se me nota demasiado. Me da pena cuando salgo con alguna playera de licra a la calle, ya que la gente se me queda viendo, y más algunos hombres. Hace un par de días fui a comprar pan a una panadería que está aquí, por tu humilde casa, y había dos chicas, una, despachaba y, la otra, se encontraba en caja, y no me quitaban la mirada de encima por lo que empecé a...

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