Conspiración digital

AutorJenaro Villamil

Furioso, un señor de Tijuana irrumpió la noche del 28 de mayo en el hotel Camino Real, donde los funcionarios de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) se reunieron para decretar el primer "apagón analógico" de las señales televisivas en México y América Latina:

-¡Quiero ver al cabrón que mató a mi televisión! -exclamó.

El personal de seguridad lo dejó entrar, mientras algunos reporteros locales y cámaras de televisión lo grabaron.

La escalada de furia contra la medida anunciada por la Cofetel desde octubre de 2012 comenzó a tomar tintes no sólo de molestia ciudadana, sino de guerra electoral -en plena campaña por la gubernatu-ra de Baja California-, de una nada velada ofensiva de las dos principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca, contra el primero de varios "apagones" escalonados en las ciudades de la frontera norte del país, y de una disputa al interior del gobierno federal entre el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, y el subsecretario Ignacio Peralta, este último apoyado por el titular de Hacienda, Luis Videgaray.

En medio de esta disputa, el presidente Enrique Peña Nieto giró "instrucciones" a la SCT para resolver el descontento, y la Comisión de Radio y Televisión del Instituto Federal Electoral le solicitó a la Cofetel posponer el "apagón" analógico hasta después del proceso electoral estatal, que se realizará el 7 de julio próximo.

La molestia de las televisoras no es para menos. El "apagón analógico" obligará a las empresas de Emilio Azcárraga y de Ricardo Salinas Pliego a entregar el espectro sobrante de la banda 700 Mhz, la auténtica "mina de oro" de las telecomunicaciones.

Tan sólo en Tijuana, el "apagón" liberó 48 Mhz de la banda 700 Mhz (suficientes para seis canales de televisión actuales) que podrían ser usados para servicios de telecomunicaciones, según informó Fernando Borjón, jefe de la Unidad de Sistemas de Radio y Televisión de la Cofetel.

Los canales 6,12 y 57 (propiedad de Televisa), el 21 y el 27 (de TV Azteca), más el 33, 45, 3 y 27 de Tijuana dejaron de transmitir en señal analógica. Según la Cofetel, 93% de los hogares ya contaba con un de-codificador para ver la televisión en señal digital, sólo faltaba 7%, alrededor de 200 mil telehogares. Otros cálculos, filtrados a la prensa local, indicaban que la cifra era superior a 14%.

La desorganización en la ceremonia del "apagón", las cifras contradictorias que dieron a conocer distintas entidades oficiales sobre el número real de personas que se quedaron sin decodificador, la contraofensiva de las televisoras y la disputa electoral entre el PRI y el PAN en Baja California agarraron desprevenidos a los funcionarios de la Cofetel.

Las repetidoras de Televisa en Tijuana incluyeron el siguiente cintillo en sus pantallas: "Dudas, quejas o aclaraciones, llama a Cofetel: 01800 200 0120 o al ayuntamiento de Tijuana (664) 8973 7000".

Aunque no tuviera relación con la distribución de los decodificadores, la alcaldía de Tijuana, gobernada por el PRI, se convirtió en el epicentro de las protestas. Un funcionario de la SCT confió a Proceso que medio centenar de personas llegaron "acarreadas" para protestar.

Otras decisiones demostraron el tamaño de la "guerra". Sin que estuviera en el programa del "apagón" analógico, una repetidora de TV Azteca suspendió su señal en Tecate, otra...

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