El encierro, diseñado para enfermar la mente

"El daño social de todos los crímenes perpetrados por todos los delincuentes recluidos en las prisiones, no iguala al de los crímenes cometidos en contra de ellos mismos", escribió Karl Menninger en El crimen del castigo, libro citado en el estudio Presos y prisiones. El sistema penitenciario desde la perspectiva de los derechos humanos, investigación encabezada por Sergio García Ramírez para el Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) de la UNAM.

En México el ilegal desprecio a los derechos humanos de los presos -derechos consagrados en los artículos 1,18 y 19 de la Constitución- ha generado controversia.

"El respeto a los derechos humanos, como el trabajo, la capacitación, la salud, la educación y el deporte, no se cumplen. Al contrario, son las áreas más deficitarias. Por eso salimos con diagnósticos muy crudos, como es la realidad", dice a este semanario Guillermo Andrés Aguirre Aguilar, tercer visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Señaladas por políticos y miembros de la sociedad civil, en contraste, distintas organizaciones de derechos humanos han sido vapuleadas por considerar que protegen a criminales o por el contrario, por permanecer muy cerca del poder.

La CNDH ha sufrido ambos señalamientos.

El estudio de la UNAM expone: "La violación de los derechos humanos de un recluso coloca aun agresor en situación de ofendido". Victimario vuelto víctima.

"Eso sólo ha logrado convertirnos en un país de víctimas", dice Aguirre Aguilar, quien señala las fallas del Estado al tiempo que defiende a la CNDH: "No es el hecho de que protejamos delincuentes. Eso es un estigma. No es por culpa de las organizaciones de derechos humanos la pésima operación de las autoridades en el tema. Para las víctimas originales de los delitos del delincuente que los lesionó, les genera un desconcierto pavoroso que el victimario se convierta en víctima. Pero la que los hace víctimas es la autoridad por no atender sus obligaciones constitucionales".

Grupos vulnerables

Entre sus múltiples errores, el sistema penitenciario mexicano se ha revelado como un aparato discriminador de los grupos más indefensos en prisión. Así lo señalan el estudio de la UNAM y el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2013, de la CNDH. Las mujeres, los indígenas, los enfermos y los homosexuales son los más lastimados.

Contraviniendo la Constitución, hay 77 prisiones mixtas. Las mujeres en reclusión, documenta el texto de la UNAM...

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