Eruviel Avila, el motivo del encono entre Gordillo y Peña Nieto

AutorJenaro Villamil

La historia del reciente epitafio de Elba Esther Gordillo, la "amiga del Estado de México", como la definió Enrique Peña Nieto en 2008, comenzó a escribirse la noche del viernes 25 de marzo de 2011, en vísperas del destape del candidato priista a gobernador de esa entidad.

Peña Nieto ya había reunido el 23 de marzo a los cinco principales precandidatos: su delfín y primo, Alfredo del Mazo Maza; su principal asesor y cerebro financiero, Luis Videgaray; el alcalde de Ecate-pec, Eruviel Ávila; el líder del Congreso estatal, Ernesto Némer, y el joven dirigente del PRI estatal, Ricardo Aguilar Castillo, hechura del propio Peña.

El secretario general de Gobierno y compadre de Peña Nieto, Luis Enrique Miranda Nava, acordó ese 23 de marzo, aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, que todos debían aceptar al "candidato de unidad" que sería el alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza, hijo y nieto de exgobernadores.

Todos aceptaron, menos el alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, cercano en las encuestas a Del Mazo, quien declaró que buscaría la candidatura del PRI "hasta el último momento". Y la obtuvo.

Con el apoyo de Gordillo y del exgobernador y tío de Peña Nieto, Arturo Mon-tiel, Ávila logró dos días después, el 25 de marzo, doblegar la decisión del gobernador saliente.

Testigos de los hechos que ocurrieron ese día comentan que la lideresa sindical llegó acompañada del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira. Ella argumentó que el candidato debía ser el alcalde de Ecatepec, el municipio más poblado del país; de lo contrario, advirtió, podría darse una ruptura similar a la ocurrida en Sinaloa con Mario López Valdez y en Guerrero con Ángel Aguirre. Ambos, despreciados por el PRI, se convirtieron en candidatos ganadores de coaliciones del PRD y el PAN.

El principal temor de Peña Nieto y de su equipo, abundan los testigos, era perder el Estado de México frente a una alianza opositora, lo que hubiera sido un descalabro en su camino a la Presidencia. Añadieron que el argumento contundente lo dio Montiel, quien impulsó la carrera de Peña Nieto y también la de Ávila.

"Recuerda que no fue Alfredo del Mazo (padre del alcalde de Huixquilucan) quien te hizo gobernador. No le debes nada a él", le dijo a Peña Nieto.

La voluntad de Peña Nieto fue doblegada. Aceptó modificar su decisión a cambio de que el coordinador de la campaña lo designara él. El cargo recayó en Videgaray, ahora poderoso secretario de Hacienda, el mismo que ordenó...

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