Esquizofrenia presidencial: protección, burla, mentira

AutorGloria Leticia Díaz

"Protección", "burla" y "mentira" fueron las palabras con las que, un día después, los familiares de los jóvenes desaparecidos la noche del 26 de septiembre definieron la acción presidencial, tras reiterar su negativa a participar en mesas de diálogo con la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez, que habían sostenido desde mayo, semanas después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) revelara las presuntas actuaciones irregulares de Zerón de Lucio en la construcción de la "verdad histórica" del basurero de Cocula.

Los familiares de las víctimas decidieron levantarse de la mesa de conversaciones el pasado 18 de agosto, luego de que el visitador general de la dependencia, César Chávez Flores, aceptó haber encontrado "responsabilidades" en la investigación abierta contra Zerón, aunque indicó que no contaba en ese momento con la resolución final.

El anuncio de la separación del cargo del director de la AIC, hecho en un escueto comunicado de la PGR, devino días después de que la revista estadunidense Science publicara en su reciente edición el resultado de un experimento realizado por José Torero, experto en incendios de la Universidad de Queens-land, Australia, por el que confirmó la imposibilidad de que los 43 normalistas hayan sido incinerados.

En el peritaje que elaboró para el primer informe presentado por Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en septiembre de 2015, Torero ya había descartado que el fuego hubiera sido el destino final de los 43 estudiantes. Su dictamen lo realizó con base en el análisis del expediente, en reportes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en la inspección del basurero de Cocula y en las evidencias recolectadas por la PGR en el sitio.

El investigador peruano también formó parte de un equipo de seis expertos a los que la PGR, en acuerdo con el GIEI, les encomendó elaborar un peritaje de dinámica de fuego, cuyas conclusiones preliminares fueron dadas a conocer por la dependencia el 1 de abril de 2016.

Voz discordante en ese panel de expertos, Torero y un equipo de estudiantes de la Universidad de Queensland experimentaron con el cadáver de un cerdo de 70 kilos. Para quemarlo requirieron 630 kilos de madera, de manera que para incinerar 43 cuerpos se necesitarían 27 mil kilos "y aun así habrían quedado restos de materia orgánica".

El experto sometió al fuego los cadáveres de cuatro cerdos para determinar "si la grasa...

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