Estiman sanear Texcoco en un plazo de 10 años

A pesar de no estar resuelta la disputa legal por las tierras ejidales de Atenco y Texcoco expropiadas para construir el nuevo aeropuerto, los gobiernos federal y del Estado de México ya iniciaron los trabajos de recuperación ecológica.

La zona federal incluye 16 mil 248 hectáreas, de las cuales el aeropuerto ocupará 5 mil 300, pero las dependencias involucradas en la elaboración y ejecución del plan ambiental extenderán los trabajos a 194 mil 554 hectáreas ubicadas en la cuenca oriental del DF.

La perspectiva del plan, según la Secretaría de Ecología mexiquense, beneficiará a 18 municipios, en donde se harán trabajos de recuperación de suelos, reforestación, manejo de aves, construcción de cuerpos de agua, plantas de tratamiento y espacios de equipamiento turístico.

Gerardo Cruickshank, gerente del Proyecto del Lago Texcoco por parte de la Comisión Nacional del Agua, explica el proyecto para abatir las tolvaneras e inundaciones provenientes del ex lago.

"Hacemos un manejo de cuenca que incluye la conservación del suelo, agua y recarga de los acuíferos mediante la infiltración; se evita la erosión con la construcción de presas escalonadas y terrazas para detener cualquier amenazas de inundación.

"Hemos trabajado en todos los ríos de la cuenca, hemos sembrado 45 millones de árboles de los cuales, al menos han prendido 30 millones. Hay bosques hechos por nosotros. Seguimos trabajando en los ríos San Juan Teotihuacán, Xalapango, Papalotla y Coatzacoalcos y La Compañía, de Chalco", expone.

La construcción del aeropuerto, dijo, afectará mil 800 hectáreas de propiedad federal a cargo de la CNA, pero se les restituirán el doble en un espacio donde no se ha podido hacer nada debido a las protestas de los campesinos.

"Vamos a hacer lagos, forestar unas 10 mil hectáreas, queremos hacer el parque boscoso más grande América Latina en Texcoco; además, toda la cuenca sería un área verde con producción de oxígeno para la metrópoli; probablemente se hagan tres lagos más, como de la mitad del Lago Nabor Carrillo, que tiene mil hectáreas de superficie".

El 60 por ciento de la parte que toca al aeropuerto se va a forestar, añade, donde no hay pistas habrán árboles no muy altos, además de pastos.

Los planes contemplan la construcción de dos plantas de tratamiento las cuales, sumadas a los pozos existentes en el Aeropuerto Benito Juárez, se garantizan el abasto de agua para la nueva sede aérea.

También se contempla triplicar la superficie de cuerpos de agua...

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