Exmilitares, los policías detenidos por la desaparición de normalistas

AutorJuan Veledíaz

Felipe Flores Velázquez tenía las puertas abiertas en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero. Solía contar a sus allegados que fue parte del destacamento de esa unidad durante varios años. Ahí, decía, tomó su Curso de Adiestramiento Básico Individual (CABI), considerado de primer nivel en el aprendizaje castrense para el uso de armamento, conocimiento de los servicios e importancia de la información en operaciones militares.

Flores Velázquez fue soldado en ese batallón desde 1981. En febrero de 1988 ascendió a cabo, pero meses después, en julio de 1989, desertó, según el extracto de su memorial de servicios entregado a Proceso por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedeña) con base en la Ley de Trasparencia.

En septiembre de 2014, Flores Velázquez era el jefe de la Policía Municipal de Iguala, cuando los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos fueron agredidos y posteriormente desaparecieron 43 de sus compañeros. Desde entonces está prófugo.

Él es uno de los personajes clave en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa; igual que César Nava González, exsubdirector de la policía de Cocula, quien también fue soldado del mismo cuerpo castrense, de acuerdo con los documentos de la Sedeña.

Nava González se incorporó al Ejército en enero de 1996, año en que surgió el Ejército Popular Revolucionario (EPR), y desertó en octubre de 1999, se lee en los documentos. Y aunque los renglones donde se mencionan las unidades donde prestó sus servicios están tachados, en las fojas se puede leer que Nava González pasó de la infantería al cuerpo de transmisiones militares.

En términos castrenses, eso significa que se "reclasificó", lo que implica que fue entrenado en la utilización de instrumentos de radiocomunicación; intercepción de redes alámbricas e inalámbricas; operaciones para enlazar puestos de mando; uso de medios ópticos, como bengalas; paineles (señales entre fuerzas terrestres y aéreas) y señales de brazo, aplicables en operaciones tácticas.

Por sus antecedentes, la preparación táctica de Nava González estaba documentada en el 27 Batallón y en la comandancia de la 35 Zona Militar en Chilpancingo.

César Miguel Peñaloza, alcalde de Cocula, declaró en la PGR que el general Alejandro Saavedra Hernández, cuando estuvo al frente de la comandancia en la capital del estado, fue quien recomendó a otro militar, Salvador Bravo Barcenas. Éste ocupó el cargo de director de la policía municipal, y pese al cargo no le rendía cuentas, publicó el diario La Jomada en diciembre del año pasado.

La información de la Sedeña admite que, además de Flores Velázquez, Nava González y Bravo Barcenas, por lo menos 11 de los policías de Cocula e Iguala...

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