Haití: de la asistencia a la reconstrucción

AutorOlga Pellicer

La acción de la ONU para promover rápidamente la ayuda humanitaria a través de la UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud, entre otros, ha sido notable. También sobresaliente, la eficiencia del Fondo de Emergencia en Casos de Desastres, que antes de cumplirse 24 horas del terremoto ya había movilizado 10 millones de dólares provenientes de fuentes diversas de los sectores público y privado, y otro tanto un día después.

En Haití han desembarcado todo tipo de voluntarios, Médicos sin Fronteras, los Topos mexicanos, que tanto aprendieron sobre cómo recuperar víctimas de los escombros después del terremoto de México en 1985. También llegaron los cascos azules y los marines estadunidenses, así como cientos de barcos y aeronaves cargados de alimentos, medicinas, equipos, especialistas y una gran buena voluntad.

La ayuda no se ha canalizado según normas y mecanismos ya existentes. Ha llegado de manera caótica, quedando en ocasiones congelada, en barcos o aeronaves que no pueden descargar; paralizada, porque no dejan a los voluntarios operar; en medio del desconcierto, porque no se sabe quién otorga los permisos para aterrizar; encaminada, en ocasiones, hacia lo más urgente, y en otras, a tareas que podían esperar.

Haití ha obligado al mundo a tomar conciencia de la ausencia de marcos normativos y manuales de organización que hagan más eficiente, predecible y transparente la cooperación internacional en casos de desastre.

Al no existir una convención universal para organizar y normar la ayuda, ésta ocurre amplia pero descoordinada-mente. Va dejando abiertos problemas operativos, jurídicos y políticos que han sido y serán muy difíciles de resolver. Algunos ejemplos ilustran el punto. No existe una entidad internacional, integrada por expertos, que proceda a hacer un diagnóstico de las necesidades prioritarias y de la capacidad del Estado afectado para recibir y distribuir ayuda. De existir ese mecanismo, se hubiera podido ser más selectivo y eficiente en la ayuda que se ha enviado.

Desde otra perspectiva, tampoco existen normas sobre la situación jurídica de los numerosos contingentes que entran al territorio haitiano a brindar ayuda, hacer reportajes, rescatar víctimas, pero también a secuestrar niños.

La omisión más notable son las disposiciones sobre la temporalidad y naturaleza de contingentes armados, como es el caso de la ayuda provista por Estados Unidos, que envía 10 mil marines que contribuyen, entre...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR