Hartazgo y miedo, abono para los linchamientos

AutorGabriela Hernández

PUEBLA, PUE.- El estado de la rueda de la fortuna, los puentes atirantados, pueblos mágicos y obras faraónicas que el gobernador Rafael Moreno Valle exhibe en los medios para acreditarse como presidenciable contrasta con la realidad de sus municipios, donde el hartazgo, la ingobernabilidad y la barbarie se han vuelto cotidianos.

El linchamiento de dos encuestadores, que habitantes de Ajalpan confundieron con secuestradores, el pasado 19 de octubre, no es un caso aislado: tiene como antecedente 26 acontecimientos similares en los últimos 13 meses en 20 diferentes municipios de esta entidad.

Días antes de que una turba quemara vivos a los hermanos Rey David y José Abraham Copado Molina, en otro pueblo, Cohuecán, en la Mixteca poblana, los lugareños machetearon y ahorcaron a dos hombres que intentaron secuestrar a una joven.

Y después de lo sucedido en Ajalpan ha habido otros dos intentos de linchamiento: en Coronango y en Palmar de Bravo.

El total es de 29 desbordamientos sociales de ese tipo en poco más de un año, que han tenido como saldo seis muertos y 42 rescatados, la mayoría gravemente heridos, así como millones de pesos en pérdidas por la quema de vehículos y la destrucción y saqueo de edificios.

En todos los casos los linchadores argumentaron prácticamente lo mismo: la ira por la creciente inseguridad, el hartazgo por la indiferencia y la desconfianza en la actuación de sus autoridades.

Los pobladores denuncian que además de la proliferación de robos, abigeato, asaltos en carreteras, asesinatos y violaciones, en los últimos meses han resentido delitos que antes no les eran comunes, como desapariciones, secuestros, robo de muchachas y la aparición de cuerpos sin órganos, que atribuyen a la presencia de grupos de la delincuencia organizada.

Por ello, en comunidades como Chietla, San Nicolás de los Ranchos, Nealtican, At-zala, Xalitzintla y otras, los lugareños han anunciado la formación de autodefensas o guardias comunitarias.

Desde el pasado septiembre, los habitantes de Chietla, en la Mixteca, se armarón con escopetas, machetes, palos y piedras. En el caso de San Nicolás de los Ranchos, en las faldas del Popocatépetl, la gente advierte que pese a lo ocurrido en Ajalpan, está decidida a ajusticiar a los delincuentes que atrape.

Un pronunciamiento similar hicieron hace apenas unos días ganaderos de la Sierra Nororiental y ese tipo de advertencias se ven en colonias y barrios de Te-huacán, Puebla, Cuautlancingo, Cholula, Zaragoza, Momoxpan, Amozoc y San Martín Texmelucan.

"Vecino vigilante. Si te agarramos, te linchamos" o "Los vecinos estamos en constante vigilancia; si te sorprendemos robando, grafiteando, dañando vehículos o propiedades, te vamos a linchar", alertan en mantas.

A este enojo social se suma que al menos 18 presidencias...

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