Imagino al presidente que necesitamos ahora

AutorSabina Berman

¿Qué puede haber de bueno en el triunfo de un tipo que hacia México y los mexicanos sólo ha empleado el mazo de las amenazas?

Probablemente la que usa el presidente es contrapsicología. Para no apanicarnos ante los golpes que se avecinan, nos regala la sonrisa de un optimismo vano que, esperamos cruzando los dedos, ni él mismo siente.

Y, sin embargo, este triunfo del odio antimexicano sí podría volverse para nosotros una oportunidad, siempre y cuando podamos transformar el miedo que naturalmente nos provoca en acciones para construir un futuro desprendido de los Estados Unidos de Trump.

Puesto que son tiempos de un reacomodo de las piezas geopolíticas, lo deseable sería ver a nuestro presidente moviéndose rápido hacia lugares inéditos.

Ver al presidente arribando a Pekín. Verlo dándose la mano con el primer ministro de China en su despacho del piso 101 de la torre de gobierno. Verlo sentándose a entablar las bases de un nuevo pacto de comercio con la segunda potencia del planeta.

¿Qué garantías pide México para sus trabajadores? ¿Qué garantías pide para su medio ambiente? ¿Cómo acordamos resolver las trabas que hasta hoy han mediado entre ambos países?

A la semana siguiente, ver al presidente viajando a Canadá. No se dice tanto, pero la agricultura canadiense emplea a cientos de miles de migrantes mexicanos en sus tiempos de siembra y de cosecha. ¿Podemos aumentar el número? ¿Podemos mejorar sus condiciones? ¿Qué le ofrecemos a Canadá para un nuevo tratado bilateral, que esquive a la Norteamérica de Trump, que incluso aproveche su ausencia, mientras Trump ocupe la Presidencia?

Ver a Peña Nieto, ¿por qué no?, recibir en México al director de la Ford Motors Company y al de la General Motors. Sentarse con ellos para imaginar que se retiran de Estados Unidos y sitúan la residencia de las direcciones de sus emporios trasnacionales en México, a cambio de la exención de impuestos por 10 años. Trump es para ellos un problema igual de grave que para nosotros: con armadoras en Estados Unidos no podrán competir en precio con los autos japoneses ni alemanes.

Ver al presidente al pie de la escalerilla por donde desciende Angela Merkel. Bienvenida, señora. Pase usted a la casa de su socio principal en el Continente Americano. Eso queremos ser de Europa.

Verlo arribar a Los Ángeles y verlo dialogar con los líderes de la comunidad mexamericana, para escuchar sus necesidades, concertar con ellos la defensa de los mexamericanos deportables y auxiliarlos en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR