EL paraíso de la impunidad feminicida

AutorVerónica Espinosa

LEÓN, GTO.- Cristina Torres fue asesinada a golpes el 1 de enero en Pénjamo por su pareja, Diego Eli-zarrarás González. Ella tenía 27 años y dos hijos. Él está prófugo. El cuerpo calcinado de Juana Mena, una joven irapuatense de 16 años, fue encontrado el 9 de enero en un lote baldío, 11 días después de ser reportada desaparecida. Dos supuestos amigos suyos la quemaron. Uno fue detenido.

El 27 de enero Jéssica González fue rociada por su esposo Ricardo Frausto Áva-los con un líquido inñamable. Le prendió fuego. Tras quemarla, Ricardo se vació el solvente encima y murió días después por las quemaduras. La pareja vivía en León y tenía una hija de tres años.

A sus 17 años la estudiante Irán Euni-ce Cortés quedó embarazada de su novio, Sergio Eduardo Zata, quien pagó 20 mil pesos a tres amigos para fingir su secuestro. La estrangularon el 3 de febrero para evitar que se supiera su estado, aunque él ya le había prometido matrimonio. Tiraron su cuerpo en un canal de riego. Dos de los responsables fueron detenidos. Uno recibió una sentencia de 20 años y seis meses de prisión. Sergio Eduardo sigue prófugo.

María Isabel Fuentes Medina desapareció el 5 de marzo de su casa en Celaya. Sus familiares reportaron su desaparición y añadieron un dato: el maltrato constante que recibía de su esposo, Néstor Bertrán. Cinco días después fue encontrada, asfixiada, en un camino de terrecería. El marido fue detenido. Se trata del primer caso clasificado como fe-minicidio por la Procuraduría de Justicia de Guanajuato en el presente año.

Estas son las historias de cinco de las 20 niñas y mujeres asesinadas por sus parejas, hijos, amigos o padrastros de enero a octubre de 2013. Cinco de las 62 mujeres cuyas muertes violentas han sido conocidas públicamente en éste, el año más cruento -"en datos numéricos y en brutalidad y saña"- en más de una década, según registros de organizaciones de la sociedad civil (OSC).

Son los casos del Centro Las Libres y del Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, que desde 2000 hacen un trabajo de seguimiento, documentación, acompañamiento y defensa contra violaciones a los derechos humanos de las guanajuaten-ses y mantienen una postura de denuncia ante lo que califican de "violencia institucional" del estado y sus servidores.

"Es la impunidad. No atender la violencia, no prevenirla; pero sobre todo no sancionarla. Porque el mensaje es que puedes violentar a las mujeres, y si las violentas, no habrá castigo", dice a Proceso Verónica Cruz Sánchez, directora de Las Libres.

La activista atribuye este fenómeno a una política "que se instaló con el PAN en el gobierno, basado en los conceptos de la derecha, de la Iglesia católica, de los grupos conservadores" y es preservar, sobre todas las cosas, el modelo tradicional de familia, "aunque eso les cueste la vida a las mujeres".

Dos modificaciones legislativas recientes apuntalan esta aseveración. Hasta...

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