Ivaginaria / Sexo en la antigüedad

La palabra clítoris deriva del griego kleitoris, que significa llave, cerrojo...o quizás del vocablo colina. El castigo para los adúlteros en la antigua Roma era la amputación de la nariz. Y al final de esta columna les diré el ingrediente secreto que las mujeres nahuas ponían a un alimento o bebida para llevarse a terreno a algún incauto.

Toda esta información, proviene de la serie de ¿Por qué nos gusta tanto el sexo? de la editorial Algarabía; ya me aventé el número uno hace un buen rato, y ahora vamos a platicar sobre el número dos, realizado por José Ángel Blandón Jolly, para la colección Trivium. Lo mejor de conocer cómo era el sexo en la antigüedad, es que nos identificamos de inmediato con sus deseos y pulsiones, pero los prejuicios, usos y costumbres eran diferentes. Ligeramente...

En esta edición hacen menciones a las civilizaciones y culturas griegas, romanas, mesopotámicas, hebreas y mesoamericanas, entre otras. Como bien dice el prólogo, en una cita del erotóloco Pierre Louys, lo único que nos diferencia de los animales en el sexo, es el beso y la caricia, entonces podremos observar a lo largo del libro, esa sucesión de lugares comunes que nos hermanan entre pueblos. En todas hay infieles, cachond@s de variopintas perversiones y parafilias, mujeres meretrices por gusto, obligación y hasta por religión, y el sexo, el acto sexual y la sexualidad, no estaban destinadas exclusivamente a la reproductividad. En la antigüedad, las buenas personas que querían follar, ya sabían muy bien lo que deseaban porque la sexualidad era sagrada en dichas culturas. Dioses y diosas de muchos tipos y temperamentos poblaban los panteones de los antigu@s, quienes representaron en sus edificaciones, pinturas alusivas a contactos sexuales, posiciones, e incluso en algunas sentencias amatorias escritas en los muros de ruinas de Pompeya, se encontraron comentarios de baño. Y cito del libro: "Es una orden de tu pene: hay que coger", "Cuando me da la gana me siento en él", "Genicio se dedica a lamer coños y Dionisa a chupar penes". Como verán, es la misma cosa, antiguo o contemporáneo: la genitalia no se ha movido de sitio y esencialmente no hemos salido de las mismas maromas.

Pero por ejemplo, la visión de la sexualidad de nuestros ancestros prehispánicos era diferente, como su...

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