Nosotros los jotos / Donde hay amor hay familia

Hoy quiero montarme en la dilatada penetración de mi bien amado METRO, de gran lectura en diversas ciudades del País, para convocarte, querido lector, a marchar en contra de una práctica que puede destruir a la familia: el celibato religioso.

Nada más antinatural y aberrante en seres llamados a la procreación que renunciar a tener una pareja y gozar de ese don divino que es el sexo para traer a este bello mundo todas las criaturitas posibles (no importa que destruyamos la naturaleza, la Biblia ordena a todos "colmad la Tierra y sometedla").

Antes del Siglo 4, a quienes eran ungidos como ministros de ese profeta llamado Jesús no se les exigía el celibato, hasta que la iglesia enfrentó la realidad de que las esposas y los hijos de sus clérigos eran una monserga cuando éstos morían y había que dividir su herencia. "¡Castrémoslos de la vida conyugal!", resolvieron.

De ahí que tenemos que manifestarnos para que esos "padres" -que más bien son solterones arremangados-, y "madres" -que en realidad encarnan señoritas quedadas- salgan de la vida equivocada que llevan y se casen, lo cual los libraría de las desviaciones que les provoca vivir sin su media naranja.

"¡Ahora sí perdimos a este jotillo loco!", sin duda debes estar pensando con una sonrisa de compasión, amigo lector. "¿Por qué tiene que andar metiendo las narices debajo de los hábitos de curas y religiosas?".

Pues eso mismo pregunto yo a la jerarquía católica que, encabezada por el cardenal Norberto Rivera, ha estado enardeciendo a su rebaño para que se manifieste en contra del derecho de gay y lesbianas a contraer matrimonio CIVIL y adoptar hijos, derechos que según la Suprema Corte no se le pueden negar a ciudadano alguno so pena de cometer discriminación.

¡Nadie está pidiendo contraer nupcias en un altar! (Además sale carísimo el "donativo" por esa bendición).

Por eso el pasado sábado estaba achicopalado pensando que mucha gente manipulada con mentiras y desde los dogmas más rancios se manifestaría ese día en diversas ciudades en contra de mi derecho y el de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR