Los Monreal: Historia de una venganza frustrada

AutorAlvaro Delgado

El 9 de diciembre de 2012, en Zacatecas, el empresario Arturo Guardado Méndez contrató a dos pistoleros para asesinar a Ricardo, David y Saúl Monreal Ávila. La razón: vengarse de ellos por presuntamente haber "desaparecido" a su hermano Juan Carlos.

Para cumplir con este jale, ese mismo día, en la ciudad de Fresnillo, Guardado Méndez proveyó de armas y dinero a José Luis Vázquez Delgado, alias El Chato, y a Juan Carlos Esqueda Hernández, quienes habían sido sus trabajadores en la empresa El Fresno, de su propiedad.

Aunque el empresario niega haber tramado liquidar a los Monreal, y aun asegura que éstos y su familia tienen "muy buena relación", el testimonio de los matones lo condena: "Quería matarlos por venganza, ya que habían desaparecido a su hermano Juan Carlos Guardado Méndez".

Después de que se frustró la conspiración contra los Monreal, la madrugada del 4 de abril, el diputado Ricardo Monreal y su hermano David pidieron no especular sobre el móvil y la Procuraduría General de la República (PGR) adujo que fue una venganza, pero nadie aceptó que Guardado Méndez acusa al clan del secuestro de su hermano, en febrero de 2011.

De hecho, conforme a las declaraciones ministeriales de los dos pistoleros -de las que Proceso tiene copia-, Guardado Méndez había ordenado matar primero a Saúl Monreal Ávila, cuyo periodo como alcalde de Fresnillo lo concluyó justamente Juan Carlos Guardado Méndez.

Al no poder liquidarlo, porque Saúl solía estar siempre acompañado por colaboradores en su búsqueda de ser otra vez candidato a alcalde de Fresnillo, el empresario inculpado dispuso materializar la venganza en la Ciudad de México contra otros dos hermanos: Ricardo, diputado, y David, senador.

La conspiración duró casi cuatro meses hasta que, el 3 de abril, fue descubierta por una intercepción telefónica del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), supuestamente fortuita, y fueron capturados cuatro implicados, encabezados por Guardado Méndez, de inminente consignación por delitos de delincuencia organizada, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y homicidio en grado de tentativa.

Aunque la PGR afirmó que al menos dos de los implicados forman parte del cártel de Los Zetas, ellos lo niegan y se. asumen como conocidos y trabajadores de Guardado Méndez: Vázquez Delgado, de 48 años, declaró haber sido chofer en la empresa, y Esqueda Hernández, de 38, cargador.

Junto con Guardado Méndez se detuvo, en un hotel de la Central de Abastos, a Jesús Guerrero Ruiz, también trabajador, quien negó conocer siquiera del plan. Con ellos estaban los dos hijos menores del empresario, que fueron...

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