Mtro. Alonso Lujambio IrazáBal: Gracias Licenciada Zavala Por Sus Palabras.

Amigas, amigos todos, un tema de conversación está entre nosotros los mexicanos una y otra vez en los últimos años.

Hay una percepción entre nosotros de que nuestros vínculos asociativos son débiles, que los principios que guían nuestra conducta social son endebles, que nuestros compromisos con la calidad de la vida colectiva son precarios, que hay una débil estructura de valores rigiendo nuestro comportamiento en sociedad.

El tema no es menor ni privativo, ciertamente, de México. En otras partes del mundo se discute también esta compleja realidad social y cultural.

Son varias las instituciones que se han ocupado de estudiar la calidad ciudadana y la formación de valores para la convivencia dentro y fuera de México.

Algunos hallazgos de especial relevancia provienen de una investigación reciente, titulada "Sistema regional de evaluación y desarrollo de competencias ciudadanas", proyecto del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, que inició en enero de 2007 con el fin de contribuir a la discusión sobre la construcción de una ciudadanía democrática en América Latina a través del fortalecimiento de la educación ciudadana en las escuelas.

Dicho proyecto realizó un análisis de seis países latinoamericanos: Chile, Colombia, Guatemala, Paraguay, la República Dominicana y México, en los cuales se realizaron varios estudios sobre el estado de la educación ciudadana.

Menciono, en primer lugar, el Informe de referente regional y análisis de currículo, donde se revela que temas como la cultura de la participación política, la cultura de la rendición de cuentas y la construcción de la identidad colectiva requieren -dice el estudio- "de mayor énfasis en la formación de los niños latinoamericanos".

En segundo lugar está el Estudio internacional de evaluación cívica y ciudadana 2009, un esfuerzo internacional en el que participó México, junto con 37 países de Europa, de Asia, de América Latina, con el fin de evaluar los conocimientos, los valores, las actitudes de los estudiantes de segundo grado de secundaria, específicamente, en aspectos cívicos y éticos.

De este estudio se desprenden informes regionales para los países participantes. En el caso de México, específicamente, se analizó una muestra de 216 escuelas de secundaria que arrojó como resultado, en primer lugar, que más de una cuarta parte de los estudiantes evaluados mexicanos, el 27 por ciento demostró no tener conocimiento de los principios básicos de educación cívica y ciudadana, lo que los imposibilita para identificar claramente situaciones de justicia e injusticia y su importancia en el contexto social.

Por otro lado, el 36 por ciento de los estudiantes evaluados está familiarizado, sí, con las grandes ideas dentro de los conceptos de civismo y ciudadanía, además de ser capaces de determinar con precisión qué es justo o injusto en contextos cotidianos de la vida social.

El 27 por ciento de los alumnos, además de tener los conocimientos mencionados, demostró comprender los conceptos e instituciones y sistemas cívicos y ciudadanos, además de entender la interconexión entre las instituciones cívicas y la sociedad civil y los procesos y sistemas a través de los cuales operan.

Y, por otro lado, solamente un 10 por ciento demostró además de lo anterior, comprender integralmente los conceptos cívicos y ciudadanos, lo que habla de la posibilidad de hacer juicios evaluativos alrededor de los méritos y carencias de los comportamientos ciudadanos.

En fin, una investigación, ciertamente, compleja, que asumía -digamos- distintos pisos de acumulación de conocimiento y comprensión de los valores ciudadanos.

El estudio, pues, concluye que nuestros estudiantes conocen los principios democráticos de libertad, de igualdad, pero no poseen suficiente comprensión del concepto de la democracia representativa, del papel potencial de los ciudadanos en la democracia, ni en la influencia que los ciudadanos activos pueden tener más allá de la comunidad estrictamente local.

En tercer lugar, el Informe regional 2010 de evaluación de programas exitosos de formación ciudadana, describe los principales hallazgos del análisis de 21 programas de formación ciudadana en cuatro países latinoamericanos participantes en ese proyecto.

De los 21 programas evaluados en su diseño e implementación, cinco correspondían a México.

Es muy interesante ver la conclusión a la que se arriba, amigas y amigos, y esto quiero compartirlo especialmente con las maestras y los maestros presentes.

Los resultados para nuestro país indican que los programas de formación ciudadana que ya están vigentes y que llevan ciertamente poco tiempo en operación, más que un problema de diseño, dice la conclusión del estudio, más que un problema de diseño enfrentan un reto de implementación, aspecto que requiere mejoras importantes, dice el estudio.

A través del incremento de las actividades para cumplir los objetivos planeados y del desarrollo de una estrategia participativa se involucre a todos los actores de la comunidad escolar.

En otras palabras, maestras, maestros, amigos, padres de familia, ciertamente nuestro énfasis en el desarrollo de competencias ha hecho que nosotros hoy queramos en la pedagogía que enseña los valores, enfatizar no solamente lo conceptual sino a través de actividades y participación y justo juegos lúdicos, podamos enseñarles a los niños los valores.

Esto precisamente es lo que no se ha implementado de manera completa, dice el estudio, porque el diseño de los programas está muy bien pensado, pero la implementación todavía requiere de un ajuste adicional.

Debo decirles, por otro lado, amigas, amigos, que en el 2009 la Prueba Enlace venturosamente el instrumento que nos hemos dado para analizar, para evaluar el sistema educativo cotidianamente, permanentemente, año con año, de manera universal censal en México, destinó una sección especial en 2009, insisto, a la asignatura de formación cívica y ética.

Como ustedes saben, permanentemente español y matemáticas son las materias que se evalúan en Enlace, pero adicionamos una tercera distinta todos los años.

Precisamente cívica y ética fue la materia de 2009 y créanme, no estábamos esperando resultados inmediatos en la prueba a partir de la implementación de un programa que apenas arrancaba.

Queríamos, sin embargo, tener una idea precisa del estado que guardaba la cuestión en el arranque de la implementación del nuevo programa.

A raíz, pues, de la Prueba Enlace se detectó que 57.1 de los alumnos de primaria y 44.3 de secundaria se ubican en los niveles de desempeño insuficiente y elemental en esta asignatura.

Esto indica que es primordial reforzar en nuestras niñas, niños y jóvenes temas como el sentido de la pertenencia a la comunidad, a la nación, a la humanidad misma, el aprecio y respeto por la diversidad y la legalidad, el sentido de justicia, sin pasar por alto la comprensión y el aprecio por la democracia.

Debo decirles que nuestro reto es fundamental, porque no necesariamente la vida cotidiana, la vida política, la vida familiar está reforzando estos valores.

Por lo tanto necesitamos, desde la escuela, hacer un esfuerzo especialmente relevante para que estos valores vayan permeando profundamente a nuestra sociedad.

Diversas encuestas, por otro lado amigas, amigos, también nos arrojan datos que nos hacen patente la necesidad de reflexionar sobre la formación cívica y ciudadana de los mexicanos. Es otro instrumento, ciertamente, pero es muy valioso también.

Por citar algunos ejemplos quiero compartir con ustedes que de acuerdo con una encuesta publicada por la revista "Nexos" en febrero de 2011, es decir, hace apenas unas semanas, el 63 por ciento de los encuestados, aquí no son niños, son población en general, 63 por ciento de los encuestados cree que en México cada quien jala por su cuenta, esa fue la expresión que se utilizó.

Por otra parte, el 61 por ciento de los encuestados hace lo que le beneficie, aunque ello no beneficie al país.

Por otra parte, el Diagnóstico Axiológico de México, publicado por el Centro de Investigación para el desarrollo, en febrero de 2011, nos presenta una realidad preocupante, el 29 por ciento de os encuestados cree que es de tontos, es de tontos pues, cumplir con la ley cuando no hay consecuencias por su incumplimiento.

En fin, ya los estudiosos presentarán aquí y aquí hay algunos muy destacados presentes, más datos y más evidencias respecto del método de la encuesta, que es tan poderoso.

Estamos de cualquier manera ante el reto de preguntarnos por los valores fundamentales de la convivencia social y qué debemos hacer para apuntalarlos.

No podemos continuar sólo comentando y quejándonos de la persona que tira la basura en el parque, del amigo que no paga sus impuestos, del vecino que invade nuestro patio o que hace fiestas casi a diario sin dejar dormir a los demás o de quien en la calle, en la escuela o en un negocio discrimina a una persona por ser indígena, por ser obesa, por ser adulta mayor o por alguna discapacidad o de quien obtiene dinero de manera ilegal, del emprendedor, del empleador que no brinda seguridad social a sus trabajadores o del empleado al que no le importa la calidad de su trabajo o de quien hace negocio afectando la salud de los otros o la naturaleza o de líderes que desprecian el diálogo pacífico y las instituciones democráticas o de quienes resuelven cualquier desavenencia en el hogar con violencia.

En nuestra sociedad debemos extender la cultura del hacer bien las cosas y de nuestra capacidad con los otros de decidir después de escuchar, de debatir, de conceder en ocasiones y respetar siempre las ideas de los otros.

Pensar pues, reflexionar, proponer creativamente, es la razón que aquí nos reúne. Se trata pues de discutir nuestros valores sociales, se trata...

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