El mundo gay hace 18 años, según lo veía González de Alba

AutorRodrigo Vera

GUADALAJARA, JAL.- "Yo nunca he querido abanderar la causa de los derechos humanos de los homosexuales, ni nada de eso. No pertenezco a ningún grupo ni tengo buenas relaciones con ese mundo. Es más, todos ahí me detestan por mi manera distinta de concebir la homosexualidad", afirma el escritor Luis González de Alba.

Miembro fundador del Frente de Liberación Homosexual en los años setenta, y primero en implantar un bar exclusivamente para homosexuales en el país, González de Alba añade:

"La mía es una postura minoritaria dentro de la minoría. Por eso no puedo pertenecer a ningún grupo. Vamos, ni siquiera tener amigos. Ellos generalmente comparten otra visión."

-¿Y cuál es esa visión?

-Esa visión se da en una expresión muy usada por ellos: "Soy una mujer encarcelada en un cuerpo de hombre". No, no, ¡al carajo! Yo no quiero ser mujer. Soy un hombre que está muy satisfecho de serlo.

Líder del movimiento estudiantil del 68, González de Alba indica que no puede decirse que en México exista una comunidad lésbico-gay: "No hay tal cosa, ya que existen homosexuales de todo tipo. Es como si se dijera que hay una comunidad heterosexual".

Considera que, inclusive, están desorganizados los grupos que integran el movimiento homosexual del país:

"Hay muchas discrepancias y enojos entre ellos. Esto los debilita al momento de presentar, digamos, un frente único. Yo todavía no acabo de entender para qué tanto grupo gay. Entiendo, por ejemplo, la razón de que existan distintos partidos políticos, ya que dependen de muy distintas opiniones sociales, políticas y económicas. Hay partidos distintos porque existen diversas opiniones en la ciudadanía. Pero los grupos gays lo único que están buscando, en común, es conseguir una aceptación generalizada de su forma de vida. Para eso no se necesita un montón de grupos.

Me molesta que entre los homosexuales haya un constante atacarse y decirse cosas feas. Si traes zapatos nuevos, no falta quien te diga alguna chingadera sobre tus zapatos. Así es el mundo gay citadino, de clase media alta. Por eso no vivo en él.

Después de conseguir -mediante una demanda legal- que se modificaran algunos pasajes del libro La noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska, los cuales, según González de Alba, habían sido tomados y tergiversados de su libro Los días y los años, dejó la Ciudad de México y se vino a vivir a Guadalajara.

Ahora, en el amplio jardín de su residencia, situada en una de las zonas más exclusivas de esta ciudad, el...

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