Al pie del cañón

Cuando el Presidente de Uruguay, José Mujica, concluya su periodo en el 2015 habrá cumplido 80 años.

Sin embargo, la edad es lo que menos le importa a este singular personaje, calificado a menudo como el Presidente más pobre del mundo.

A diferencia de otros mandatarios, José Alberto Mujica Cordano es sencillo, austero y directo en su discurso. No usa corbata y sigue manejando un antiguo Volkswagen.

Es difícil encontrar a alguien así en la política, dado que no es el prototipo de un Jefe de Estado. Tampoco utiliza Twitter ni correo electrónico, y en su tiempo libre cultiva flores y hortalizas.

Aunque la polémica también lo acompaña por impulsar la ley que legaliza la compra, venta y cultivo de mariguana bajo supervisión en su país; por negociar con Estados Unidos la recepción de presos de Guantánamo y, más recientemente, por defender al futbolista Luis Suárez, su compatriota, quien mordió al defensa italiano Giorgio Chiellini durante el pasado Mundial.

El sociólogo José María Infante considera que su forma de conducirse es un modelo que demuestra claramente que es posible otro estilo de hacer política.

"Mujica vive en una granja, sin personal doméstico, y su mascota es una perra, Manuela, de sólo tres patas. Tiene una huerta y cría algunos animales domésticos. No dispone de guaruras fuera de los actos oficiales, y el trayecto desde su casa hacia el palacio presidencial lo hace en su 'vocho' de hace muchos años", explica Infante.

Cuentan que en el camino suele parar en un restaurante de carne asada, donde paga...

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