De política y cosas peores / Significados que cambian

El Potrero de Ábrego, poblado montañés de la hermosa Sierra de Arteaga, en mi natal Coahuila, estuvo aislado durante muchos años. Don Eulalio Gutiérrez Treviño, gobernador del estado de 1969 a 1975, hombre que amaba el campo y a los campesinos, hizo construir el camino que nos unió al resto del mundo -Saltillo, Nueva York, París, etcétera-, y luego Abraham Cepeda Izaguirre, entonces presidente de la Junta de Electrificación en el estado, llevó la luz al rancho, y con ella los beneficios de la modernidad. Aun así se mantuvieron algunos usos ancestrales. Mi esposa y yo, padrinos de bautizo, confirmación, primera comunión o matrimonio de casi todos los habitantes del lugar, debíamos retirar la mano para que no nos la besaran nuestros ahijados, algunos de ellos de mayor edad que la nuestra. Otra costumbre pervivió. Cuando dos hombres hacían un trato no firmaban ningún papel, ni requerían asistencia de testigos. Cada uno de ellos se arrancaba un pelo del bigote o de la barba y lo mostraba al otro. Ese ritual equivalía a decir: "Soy hombre. Mira: tengo barba (o bigote). No faltaré a mi palabra". Con eso el acuerdo quedaba más firme que si se hubiera hecho en presencia de la autoridad del rancho o de un notario público de la ciudad. Lo anterior viene a cuento para decir que la palabra debe atarnos, pero las palabras no. Hemos de mantener la palabra dada, pero eso de tomar todas las palabras ad pedem litterae, al pie de la letra, en su sentido puramente etimológico, puede llevarnos a equívocos riesgosos. Hay quienes se oponen al uso del vocablo "matrimonio" para aludir a las uniones entre personas homosexuales. Esa palabra, aducen, viene de "mater", que significa "madre", y en esas uniones no se da la procreación. Si el argumento anterior fuese admitido las mujeres no podrían heredar bienes, pues el término "patrimonio" deriva de "pater", que significa "padre". El patrimonio sería entonces cosa exclusiva del padre, no de la madre. Prohíbase entonces usar el vocablo "patrimonio" en tratándose de la mujer, e invéntese otro para designar el conjunto de bienes dejados en herencia por la madre. Lo que sucede es que la significación de algunas palabras cambia con el...

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