Profanación a Luis Barragán

AutorRoberto Ponce

Al escultor y arquitecto Fernando González Gortázar no le alcanzan los adjetivos calificativos para expresar su ira tras enterarse de que un puñado de las cenizas del genial artista tapatío Luis Barragán (1902-1988) fue convertido en una sortija de diamante, nombrada The Proposal (La Propuesta) y que se exhibe en el cantón San Galo de Suiza, "por una mujer que se hace pasar como artista conceptual: Jill Magid".

El escándalo surgió con "la monstruosa, grotesca, triste y asquerosa profanación al sepulcro de Luis Barragán", cuyos restos en la Rotonda de los Jáliscienses Ilustres fueron exhumados el 23 de septiembre del año pasado "en completo sigilo", por acuerdo del Congreso y autoridades estatales de Cultura con familiares del Premio de Arquitectura Pritzker 1980, más la estadunidense Jill Magid (Connec-ticut, 1973).

"Me parece verdaderamente escandaloso que a casi un año después de ocurridos los hechos, nos estemos enterando, a través de la publicación estadunidense The New Yorker, de una de las historias más enfermizas, retorcidas, oscuras y desagradables que yo conozca, propia de una mala novela necrofílica. Sólo faltó allí la presencia de Igor, el ladrón de cadáveres del doctor Frankenstein en la famosa obra de Mary Shelley."

Pero el arquitecto González Gortázar aclara: "Frankenstein robaba en nombre de la ciencia y ahora roban cadáveres para fines privados de una supuesta artista". Sugiere investigar y fincar cargos legales a quienes resulten involucrados "por profanar tumbas, hurto de restos humanos, violación de un monumento público y apropiación de bienes colectivos". Además, exige que el anillo se deposite en el mismo sitio donde se sacó la urna de Barragán. En entrevista en su casa de la Ciudad de México, González Gortázar lanza con ironía:

"¿O qué? A los restos de quienes están en el Monumento de la Revolución, el Ángel de la Independencia o la Rotonda de los Hombres Ilustres de México, ¿también puede llegar alguien para abrir las cenizas ahí y convertirlos en joyitas para uso personal?"

El artículo de The New Yorker apareció el 1 de agosto.

Las reporteras Dalia Zúñiga y Sonia Serrano publicaron a su vez, el 8 de agosto en NTR de Guadalajara, que en los registros del Congreso del Estado aparece un oficio recibido el 8 de mayo de 2015 y firmado por el entonces secretario general del Ayuntamiento de Guadalajara, Jesús Lomelí Rosas, en el que hace una consulta a los diputados para que comuniquen al municipio qué procedía ante la solicitud hecha por Hugo Barragán Hermosillo de extraer de la urna una pequeña muestra de cenizas.

Con Hugo, familiares de Barragán se comprometieron a que el proceso se haría bajo "la supervisión de un notario", y lo ejecutaría "un profesional designado por una agencia funeraria". El oficio se envió al Congreso por acuerdo del entonces presidente municipal de Guadalajara, Ramiro...

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