El proyecto, un botín catastrófico

AutorAlvaro Delgado

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), la obra emblema del sexenio de Enrique Peña Nieto, esconde numerosos efectos nocivos, uno potencialmente catastrófico: las inundaciones que afectarían a millones de habitantes del área metropolitana de la capital del país y del Estado de México.

Estudios hidrológicos y geológicos, realizados por técnicos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que el gobierno de Peña Nieto ha desdeñado, advierten que los terrenos del vaso del ex Lago de Texco-co no son aptos para ninguna construcción, menos para una obra con las dimensiones del nuevo aeropuerto.

La zona lacustre tiene una función re-gulatoria de inmensos volúmenes de agua de lluvia y drenajes que ha impedido inundaciones de grandes proporciones en el área metropolitana, pero también es estratégica para evitar que siga el hundimiento del suelo -que en esa parte es de hasta 40 centímetros anuales y que afectaría inclusive a la infraestructura del NAICM.

"La propuesta específica para construir en el sitio el NAICM conlleva grandes riesgos hidrológicos para la propia infraestructura y para la ciudad", alerta la investigación "Consideraciones hidrológicas y ambientales para el posible desarrollo de infraestructura aeroportuaria en el Lago deTexcoco".

El documento, elaborado durante dos años por los expertos de la Conagua tras la decisión de Felipe Calderón de anteponer el proyecto aeroportuario a un gigantesco parque ecológico y recreativo, recomienda no edificar el NAICM en Texcoco, sino explorar otras opciones para realizar una obra que estima necesaria, como Ti-zayuca, Hidalgo.

"Seguir fomentando el centralismo puede llevar al colapso de varios componentes de la zona metropolitana que ahora se encuentran en una situación crítica, particularmente el control de inundaciones y el abasto de agua", establece el estudio, fechado en 2011 y del que Proceso tiene copia.

La conclusión es rotunda: "La construcción del NAICM representa un alto riesgo para la ciudad en términos de inundación, y es incompatible con la vocación reguladora de grandes volúmenes de agua de lluvia y drenajes que tiene el vaso del Lago de Texcoco. Es igualmente incompatible con los servicios ambientales que presta el Lago Nabor Carrillo como refugio de aves migratorias".

Los análisis fueron entregados por José Luis Luege, director general de la Conagua en el gobierno de Calderón, al equipo de transición de Peña Nieto, durante una reunión celebrada el 18 de octubre de 2012...

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