ValparaíSo: La Doble Faz de Una Ciudad Entre La Poesía Y La Desgracia

Por Marcel Garcés, Corresponsal

Santiago, 18 Abr (Notimex).- Cantado por poetas y compositores musicales, admirado por viajeros y navegantes, inspiración de pintores, fotógrafos y cineastas, Valparaíso es para los chilenos una página de su historias personales o sus mitos.

Su belleza escénica, atiborrada de arquitecturas imposibles y un estallido de colores sobre un anfiteatro natural compuesto por 42 cerros, que lo convirtieron en Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO, oculta sin embargo, un Valparaíso real, menos rutilante.

En ese marco escenográfico de casas colgando de los cerros, llenas de colores, de una arquitectura indescriptible, inimaginable, y equilibrándose entre el océano permanente, la tierra y el cielo, conviven un duro mundo real y un polo turístico y cultural.

Una ciudad pobre, miserable en muchos de sus rostros, de pescadores, marinos jubilados y mucha gente sin destino, convive con una generación de ejecutivos, emprendedores, clase media aspiracional, marineros y militares que no reconocen sus circunstancias naturales.

Más allá de la postal -motivo de orgullo para muchos- Valparaíso es una síntesis de la sociedad chilena: ricos y pobres que buscan una identificación en un regionalismo cargado de símbolos de un pasado más imaginado que real.

Cuando un porteño dice en momentos de angustia o de jolgorio: "Somos "choros" (guapos, valientes) del puerto" está apelando a un turbio pasado prostibulario donde se mezclan contrabandistas, gente de "mal vivir", más que a tradiciones combativas, que también las hay.

"Los Siete Espejos", prostíbulo de fama internacional, fue lugar de culto de poetas, turistas, músicos, bohemios todos, y torvos y rudos personajes de la noche.

Agigantado en el imaginario de los porteños, adquiere ribetes heroicos, de una cierta reciedumbre varonil, un sentimiento colectivo de pertenencia a una historia común, a un orgullo asumido como en la pila bautismal de mar y viento.

Y quizás ahí reside el secreto del espíritu porteño del "vamos a salir adelante", capaz de superar los dolores y pérdidas colectivas, surgir de las cenizas de los incendios que la han atacado desde sus tiempos remotos.

Mal que mal Valparaíso nace de un territorio indígena -de los changos- que antes de que Chile fuera Chile y América fuera América, antes de la llegada de la cruz y la espada hispana, se llamaba "Alimapa", voz indígena que significa "tierra" (Mapu)- "quemada"(alí).

La tragedia vivida en estos días precisamente ha...

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