Sospechosa detención de Felipe Flores, una pieza inútil

AutorAnabel Hernández

Durante dos años Felipe Flores Velázquez, exsecretario de Seguridad Pública de Iguala, estuvo prófugo de la justicia. La Procuraduría General de la República (PGR) lo acusó de trabajar para el grupo criminal Guerreros Unidos y de ser uno de los principales responsables de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, ocurrida en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014.

Durante ese tiempo el exjefe policiaco se ocultó en una casa de esa ciudad guerre-rense, con acceso a los medios de comunicación, dinero e incluso visitas familiares, aunque supuestamente la PGR lo buscaba afanosamente y la ciudad ha estado plagada de elementos de la Gendarmería, policías federales, marinos y soldados desde finales de septiembre de 2014.

El viernes 21 Flores Velázquez fue detenido en la casa donde siempre estuvo oculto, en un operativo donde no hubo violencia y ni siquiera lo esposaron. Ahora viste el uniforme de preso y lleva el número 4080 en el Centro Federal de Readaptación Social número 1, El Altiplano, donde se encarcela a los reos más peligrosos.

El exjefe policiaco confía "en la justicia divina". Desde que los hechos eran recientes hasta ahora ha sostenido que él no participó en el ataque contra los normalistas ni conoce su paradero; que pidió ayuda a la Policía Federal y al Ejército, los cuales lo ignoraron, y que desde la una de la mañana hasta las ocho de la noche del 27 de septiembre él estuvo en compañía del entonces subprocurador del estado, Ricardo Martínez Chávez.

También dijo haber llamado a la Policía estatal, que tampoco le dio apoyo. Actualmente también se sabe que Flores Veláz-quez comentó, después del ataque, que acudió a la base de la Policía Municipal de Iguala acompañado de un oficial del 27 Batallón de Infantería, pero que ahí no se encontraban los normalistas.

En su primera declaración ministerial, rendida el 27 de septiembre de 2014, aseguró que al ser notificado de la llegada de los normalistas a las 21:22 a la estación de autobuses, de donde se llevaron unos camiones, él llamó directamente al jefe de la base de la Policía Federal en Iguala, Luis Antonio Dorantes, y éste le dijo que tomaría nota de los sucesos y estaría "alerta".

Pero en las declaraciones ministeriales de Dorantes ante la PGR del 11 de septiembre de 2015 y del 7 de enero de 2016, no informó sobre esa comunicación directa con Flores Velázquez.

De forma similar, el exsecretario de Seguridad Pública de Iguala ha dicho que el entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería, se negó a darle apoyo esa noche argumentando que no tenía personal, pero Rodríguez Pérez, en su declaración ministerial afirmó que la noche del 26 de septiembre de 2014 él se comunicó con Flores Velázquez para preguntarle si había algún problema con los estudiantes y éste lo negó.

"No teníamos pruebas"

"No...

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