Se sufrió pero se logró: ¡Que suene el mariachi!...

AutorGuillem Martínez Pujol

BALI.- "No creo que pueda haber mejor forma de agradecer a esta asamblea que con el canto y con el corazón, como sólo ellos saben hacerlo... ¡Que suene el mariachi!", exclamó, micrófono en mano, Alejandro Cravioto, secretario de Cultura del Estado de Jalisco. Y el centenar de asistentes de 30 países congregados en la sala principal del Centro Internacional de Convenciones de esta isla rompieron en aplausos...

Un grupo de 13 mariachis, llegados especialmente de Guadalajara a esta isla de Indonesia, entonó El son de la negra después de una infame espera de días. Era una melodía de satisfacción y de alivio. El sonido de las guitarras, los violines y las trompetas inundó la reunión del Comité Intergubernamental de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, efectuada el pasado 27 de noviembre.

México había logrado al fin su objetivo: la música del mariachi ya es un bien universal que los mexicanos legan a la humanidad.

Desde el lugar donde quedó sembrada la semilla de la iniciativa hasta el punto final donde se cosechó el fruto median más de 15 mil 600 kilómetros, es decir, 9 ¦ mil 700 millas.

Fueron más de dos años de trabajo para lograr ese estatus; labor que inició como una idea aislada en Jalisco. El estado de Jalisco, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Cona-culta prepararon un dossier, "siendo muy puntuales y muy concisos", para conseguir ante la Unesco la declaratoria en favor del mariachi. "No piden gran cantidad de documentos, sino sobre todo precisión en los conceptos y de los puntos sustantivos", dice a Proceso Cravioto, secretario de Cultura de Jalisco, entrevistado en Bali.

La candidatura partía con ventajas múltiples: el mariachi es una manifestación cultural con arraigo indiscutible en la sociedad mexicana y prácticamente cualquier persona reconoce su origen al instante, hasta el punto de que el mariachi se convirtió en un símbolo de la mexica-nidad en todo el planeta.

La Unesco privilegia las manifestaciones culturales que requieren de una protección especial para reivindicar a las pequeñas culturas frente a las grandes. Lo " mencionó explícitamente Irina Bokova, directora general de la Unesco, en la apertura de la reunión de Bali: se quiere evitar que un mundo cada vez más globalizado tenga una sola cultura uniforme.

Al mariachi pudo haberle ocurrido lo que al tango argentino, que en 2009 buscó la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y fracasó en el primer intento porque los expertos de...

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