Las tentaciones de Londres

AutorAnne Marie Mergier

LONDRES.- Ante Sapina bajó la mirada y apretó los labios. Según testigos del juicio, esa fue su única reacción al oír el veredicto de la Corte de Justicia de Bochum, Alemania, el 19 de mayo de 2011, que lo declaró culpable.

Su delito: haber encabezado una red que logró comprar jugadores, árbitros y dirigentes deportivos para manipular 51 partidos de futbol en Europa; entre ellos algunos de la Liga de Campeones, como el que enfrentó al Debreceni, campeón de Hungría, con La Fiorentina, campeón de Italia; o partidos clasifi-catorios para el Mundial de 2010, como el que jugaron Liechtens-tein y Finlandia.

El tribunal condenó a Sapina a cinco años y medio de cárcel. Durante su juicio este croata radicado en Alemania confesó que trataba de manipular un partido a la semana. Dijo que "usaba" a Thomas Cichon, exjugador del Osnabruck de Alemania, para "comprar" a otros futbolistas. También contó que había logrado corromper a varios árbitros, entre ellos a Novo Panic para el partido Liechtenstein-Finlandia y a Oleg Orekhov para el Debreceni-Fio-rentina. Ambos jueces fueron expulsados definitivamente del mundo deportivo.

El juicio de Sapina y sus cómplices fue el segundo de una serie de procesos judiciales que aún no ha acabado y ya el "affaire de Bochum" está considerado el escándalo de corrupción más grande de toda la historia del futbol europeo.

Precisamente con ese ejemplo emblemático de la perversión del deporte por el mercado creciente e incontrolable de los portales ilegales de apuestas en línea empieza el informe Libro blanco. Apuestas deportivas y corrupción. ¿Cómo preservar la integridad del deporte?, publicado en enero pasado y entregado al Comité Olímpico Internacional (COI).

El documento de 92 páginas es fruto de la colaboración de ocho expertos: David Forest, quien dirige una unidad de investigación sobre la economía de las apuestas deportivas en la Universidad de Salford, Inglaterra; la profesora Xuehong Wang, directora del Centro de Estudios de los Juegos de Lotería de la Universidad de Beijing; tres investigadores franceses del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas encabezados por el director de esta entidad, Pascal Boniface; y dos integrantes de un bufete francés de abogados especializados en anticipación de riesgos ligados con el crimen organizado.

Según explican los especialistas en la introducción del Libro blanco, los juicios de Bochum son "el desenlace penal de una larga investigación que empezó -casualmente- a finales de 2008".

La policía alemana vigilaba a una red de prostitución y narcotráfico encabezada por una mafia trasnacional con sede en Bochum. Los investigadores descubrieron que esos delincuentes dirigían también una amplia red de apuestas deportivas manipuladas, lo que les permitía lavar el dinero obtenido en sus otros "negocios".

Después de un año de escuchas telefónicas, el 19 de noviembre de 2009 la policía detuvo a 50 personas que fueron indiciadas por la manipulación de 320 partidos de futbol en una decena de países europeos.

Los mafiosos estaban muy bien organizados. Tenían agentes que identificaban los partidos susceptibles de ser manipulados, a los prestamistas que adelantaban dinero para el complot, corruptores que contactaban directa o indirectamente a los deportistas, individuos que apostaban y otros que cobraban las ganancias. Durante los juicios de Bo-chum se descubrió que capos de mafias asiáticas participan también en estas actividades.

La creatividad de los delincuentes era inagotable. Usaron una infinita variedad de modos operativos para manipular los 320 partidos: a veces corrompían al árbitro, otras veces a uno o varios jugadores, inclusive al equipo completo o a los dos equipos. Uno de los capos del grupo mafioso llegó al extremo de adueñarse de un equipo belga, con lo que fue más fácil definir los resultados de los partidos. Además los delincuentes organizaron encuentros amistosos con el único fin de manipular las apuestas.

La Unión de Asociaciones Europeas de Futbol (UEFA, por sus siglas en inglés) salió mal parada del juicio de Sapina.

El croata explicó que contaba con la complicidad de Jozef Marko, exfutbolista checo que formaba parte del Comité de Arbitraje de la UEFA. Marko le indicaba a Sapina cuáles árbitros eran corruptibles. Él también fue expulsado definitivamente del mundo deportivo.

Las cifras reveladas en el Libro blanco son inquietantes.

Basándose en informes de H2 Gambling Capital, empresa británica especializada en el análisis del mercado de las apuestas, los investigadores señalan que en 2004 el monto total de las apuestas deportivas alcanzó un poco más de 16 mil...

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