Desde la tercera

¡¡¡¡¡REEEEESPETABLE PÚBLICO!!!!! Qué tan válido es que un luchador tenga la facultad de poderle quitar su cerveza a un aficionado para aventarla, pero el aficionado en cuestión no puede hacer lo mismo porque lo expulsan de la arena.

Vamos a comenzar con el hecho de que el público tiene prohibido arrojar algo al ring, pegarle a los luchadores o invadir el área de trabajo de los mismos; cada una de estas acciones son completamente reprobables.

Obviamente, si alguna de esas situaciones se presenta deben de ser sancionadas, además de correr el riesgo de recibir la respuesta del gladiador, lo que ya sería llegar a uno de los problemas más grandes. Por ello es que se aplaude que las autoridades, de la función y empresa en cuestión, actúen de inmediato para que no se den estos casos. Uno va a divertirse y una cosa es que puedas gritar lo que quieras, y otra que lances objetos o agredas a los protagonistas de este bello deporte.

Pero qué pasa cuando es al revés, cuando un luchador va y le quita su cerveza al aficionado para tirarla al suelo, para arrojársela a uno de sus rivales o invaden el área del público para agarrarse a catorrazos, sin importarles niños o señoras. Ahí, el público se tiene que aguantar.

Todo esto se los cuento porque el fin de semana pasado se presentó una situación así, en la que incluso a un mismo cuate le quitaron dos chelas, nuevecitas que andan cerca de los 100 pesos cada una, para arrojárselas en la batalla (Rush uno de ellos). Pero no es tanto por la lana, que seguramente sí le dio coraje al sediento, pero cuando una persona del público le arrojó la bebida a uno de los gladiadores (Sam Adonis), entonces que lo sacan de la arena.

Deberían tener más cuidado con esto. La gente no puede arrojar nada ¡Seguro! Pero para que esto no suceda, deberían evitar que sí se presente del...

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