Vulnerabilidad total

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- El 21 de septiembre de 2014, Abu Mohamad al-Adna-ni, vocero del Estado Islámico (EI), difundió por internet un audio con un mensaje muy explícito dirigido a los seguidores de la organización terrorista.

Decía: "Si ustedes pueden matar a un infiel estadunidense o europeo -en particular a los malditos franceses- cuentan con Alá y mátenlo de cualquier manera (...) Golpéenlo en la cabeza con una piedra, degüéllenlo con un cuchillo, aplástenlo con un auto, tírenlo de un lugar alto, estrangúlenlo o envenénenlo".

El EI lanzó ese exhorto tres meses después de haber proclamado la instauración del califato en los territorios que ocupaba en Irak y Siria y unos días después de la creación de una fuerza internacional que empezó a asestarle golpes.

Tenía una meta precisa: desestabilizar a Europa y sobre todo a Francia, alternando atentados muy elaborados como los que perpetró en París contra Charlie Heb-do y un supermercado kosher (enero de 2015), el Bataclan y cafés (noviembre de 2015) y el aeropuerto y el metro de Bruselas (marzo de 2016).

Aparentemente Mohamed Lahouaiej Bouhlel respondió a ese llamado. Aun cuando hasta el viernes 15 el EI no había revindicado el ataque, de ello parece estar convencido el presidente Francois Hollan-de quien -a las 03:45 horas de ese día- lo calificó como "un atentado bárbaro".

El pasado 11 de julio Lahouaiej, un tunecino de 31 años radicado en Niza, en proceso de divorcio, padre de tres hijos y chofer repartidor, alquiló un camión frigorífico de 19 toneladas. Lo dejó estacionado tres días y sólo lo recuperó por la noche del jueves 14. Las cámaras de videovi-gilancia siguieron parte de su itinerario hasta la Promenade des Anglais, el famoso malecón convertido en zona peatonal para las fiestas patrias.

El camión destrozó las barreras de seguridad y recorrió 2 kilómetros a toda velocidad arrastrando a su paso árboles y postes y sobre todo matando e hiriendo a decenas de paseantes que acababan de aplaudir un espectáculo de fuegos artificiales. Lahouaiej fue finalmente abatido.

Poco se sabe de ese hombre a quien sus vecinos describen como poco sociable y que no frecuentaba la mezquita de su barrio. Amigos de su esposa aseguran que no tenía nada que ver con el islamismo radical. Hablan de problemas de dinero y de un estado depresivo.

Lobos solitarios

Lahouaiej no estaba en la mira de los servicios de inteligencia, pero sí en la de la justicia por frecuentes hechos de violencia, en particular contra su esposa. El pasado 24 de marzo fue condenado a seis meses de cárcel con suspensión por haber agredido a un conductor después de un accidente automovilístico.

Antes de Lahouaiej varios "lobos solitarios" obedecieron al EI. El primero fue un estudiante canadiense recién...

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