Tendrá 120 millones de habitantes. Jingjinji, la tercera "supermegalópolis" China

AutorAdrián Foncillas

BEIJING.- China consolidará una conurbación que englobará su capital, la ciudad portuaria de Tianjín y la provincia de Hebei. Se conoce como Jingjinji (Jing por Beijing, Jin por Tianjín y Ji, el ideograma por el cual se conoce Hebei), medirá 215 mil kilómetros cuadrados y tendrá 120 millones de habitantes. Es casi la población de México en la novena parte de su territorio.

Jingjinji era un viejo anhelo chino que el presidente Xi Jinping aceleró en 2015. Nace de una certeza: una ciudad de 22 millones de habitantes es una tortura de tráfico, contaminación y burbujas inmobiliarias que debe ser adelgazada. Beijing conservará los ministerios nacionales y las industrias esenciales y estratégicas, y el resto del parque industrial y oficinas de gobierno será repartido.

Tongzhou, un distrito del sur del extrarradio beijinés, recibirá al grueso de funcionarios. Una decena de pueblos fueron derribados para hacer sitio a la armoniosa sucesión de parques de pasto reluciente, arrogantes complejos residenciales, colegios de aroma británico y pistas de deporte. Nada remite a esa reputación campesina y ruinosa que le atribuyen los capitalinos. En las vastas avenidas se encaran hileras de solemnes edificios grises que acogerán al inminente aluvión de funcionarios. Todo está por estrenarse aquí.

El éxodo hacia Tongzhou rompe la tradición imperial que circunscribía el poder a la Ciudad Prohibida. Mao Zedong la conservó para subrayar su conquista y Beijing hubo de derribar en las siguientes décadas buena parte de su patrimonio arquitectónico para acomodar al mastodóntico cuerpo burocrático.

Será el tercer conglomerado tras los de Shanghái, en el delta del río Yangtsé (16 ciudades y 80 millones de habitantes), y Hong Kong, en el del Río de las Perlas (11 ciudades y otros 80 millones de habitantes), todos en la costa oriental.

Jingjinji no surge de la inercia sino del impulso político y el anhelo de que rivalice con Silicon Valley como motor tecnológico global. Las megarregiones o "clusters" buscan la unión económica y política de ciudades cercanas para fomentar las sinergias, eliminar la competitividad y latir como una unidad. Son una solución al de-sarrollismo desbocado porque conservan los beneficios de la cercanía de servicios pero mitigan los perjuicios de la congestión. China no es la primera en hacerlas, pero sí la que las ha llevado más lejos en dimensiones e inversión.

"Los estudios demuestran que los mercados laborales más grandes son más eficientes", señala Alain Bertaud, experto en...

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