Abordar o no abordar...

¿No prefiere que le cortemos por las calles? Hay mucho tráfico". Esa fue la frase que en repetidas ocasiones el taxista le dijo a Mariana antes de que en un paraje poco iluminado otro sujeto se subiera al coche. Dentro del vehículo fue despojada de sus pertenencias y ultrajada.

Eran las ocho y media de la noche cuando Mariana salió de su trabajo. La avenida Ejército Nacional, en la Colonia Polanco, estaba un poco oscura y ella tenía prisa; prefirió abordar un taxi que el microbús que pasó primero. Su esposo e hijo la esperaban en casa.

Cuando abordó el taxi ecológico notó que atrás venía una combi, pero no le dio importancia. Ese detalle lo recordaría cuando minutos más tarde lucharía por mantener los ojos cerrados ante las amenazas de golpes o un balazo de su captor, quien aseguraba que con él venían más en otro vehículo.

"Siento asco, repugnancia, al recordar a ese hombre, pero estoy convencida de que si no hubiera mantenido la calma estaría muerta. Al principio él dijo que no me haría nada, que sólo quería mis cosas", recuerda Mariana.

De acuerdo con la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer, CIMAC, dos de cada 10 violaciones que ocurren en la Ciudad de México son cometidas en vehículos de transporte público.

Factores de Ataque

Los agresores en su mayoría se trata de taxistas que eligen a sus víctimas, generalmente distraídas y con prisa, y acostumbran interrogar a las usuarias con el fin de distraerlas y desviarlas de la ruta, bien con el pretexto de un atajo o de cargar gasolina; en otros de los casos fingen ponchaduras o averías mecánicas para detener los autos.

Esas situaciones son aprovechadas para que se suban sus cómplices o, si se trata de un agresor solitario, para amagar a la pasajera ya sea con un arma de fuego o punzocortante, señala Enrique Solar, de la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia del DF.

Mariana es profesionista, licenciada en Informática, tiene 31 años de edad y se describe a sí misma como conservadora, a quien no le gustan los escotes ni las minifaldas. Incluso el día del ataque vestía traje sastre de pantalón, lo cual no fue ningún impedimento para su agresor. Aunque las autoridades lo ponen en duda.

Zona Propicia

A partir del 2001 y hasta la fecha, Polanco se ha convertido en uno de los sitios preferidos de este tipo de delincuentes, que además de robar dinero y objetos de valor de las víctimas, también se dan el tiempo para atacarlas sexualmente. Y es que tienen...

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