Los 'abuelos' del karaoke

Hoy en día miles de regios se divierten con el karaoke que incluso pueden traer en sus teléfonos móviles, pero hace varias décadas los regios se aprendían las letras de las canciones usando los cancioneros o revistas en música.

Aunque en México jamás ha existido un modelo de revista de música como el Billboard de Estados Unidos, sí han publicado revistas musicales que incluían la tradicional lista de popularidad del momento, pero sobretodo contenían las letras de las canciones de moda.

Las generaciones desde los años 30 y hasta principios de los 70 se divertían y aprendían las letras de las canciones gracias al cancionero Picot, llamado así porque lo patrocinaba el antiácido sal de uvas.

Este cancionero era repartido gratuitamente a los hogares año tras, entre los meses de julio y agosto.

El librito de unas cincuenta hojas era repartido casa por casa y casi llegaba a todos los hogares incluso de los pueblos más alejados.

Por eso nuestros bisabuelos y abuelos aprendieron perfectamente las letras de las canciones de Cuco Sánchez, Agustín Lara, Gonzalo Curiel, José Alfredo Jiménez, Gabriel Ruiz, Mario Talavera entre muchos otros.

Este tradicional cancionero traía siempre en sus portadas a dos personajes que se convirtieron parte de la cultura mexicana, Don Chema, hombre bigotón y doña Juana, una mujer de trenzas.

Eran los años en donde la televisión no existía o apenas iniciaba, para divertirse nuestros abuelitos escuchaban la radio y en la mano el cancionero picot.

Además de las letras de las canciones, el cancionero traía consejos de salud e historia de los artistas.

Casi siempre en sus portadas presentaba algo alusivo a los que se estaba viviendo, por ejemplo en 1969 traía una portada haciendo referencio la llegada del hombre a la luna.

Aunque dejó de editarse a finales de la década de los 60, para 1983 se hizo una edición especial con motivo de que México iba a realizar el Mundial de Fútbol, sólo se hizo en esa ocasión, hoy el cancionero Picot vive en el recuerdo de los regios mayores de los 50 años.

En los setentas y ochentas en los hogares regios junto al radio, la consola o el tocadiscos estaba una pequeña...

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