Su abultada deuda enmaraña al partido

AutorMelissa Del Pozo

Ángel Ávila, secretario general perredista, comenta que el partido atraviesa por su segunda crisis más importante en 30 años de existencia, que se cumplen este domingo 5. La primera, dice, fue la de 1991. Y confía que ésta sea una oportunidad única para "transformar por completo la institución o para enterrar las siglas del PRD para siempre" y, con suerte, también su crisis financiera.

La debacle electoral dejó al partido sin registro en 10 entidades: Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Jalisco, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Colima y Ta-maulipas, y su representatividad legislativa menguó drásticamente, pues sólo tiene 10 diputados en San Lázaro y cinco escaños en el Senado.

El 29 de agosto de 2018, semanas antes de los comicios federales, el PRD se declaró en "quiebra técnica". Y, en un oficio enviado a la Junta de Conciliación y Arbitraje, justificó el despido de su personal sindicalizado y de confianza:

"El partido político se ubica actualmente en una situación de insolvencia financiera, que pone en riesgo incluso su permanencia política por la disminución del flujo de recursos proveniente del erario, lo que lo imposibilita para hacer frente a sus compromisos de carácter económico."

El documento menciona un importe por concepto de pasivos de 998 millones 182 mil 133 pesos, de los cuales 520 millones se destinarían al pago a Carlos Ahumada si éste gana el juicio al partido. No obstante, Manuel Cifuentes, secretario de Finanzas del PRD, confía en que eso no suceda pues, dice, "ya ganamos en casi todo".

El resto está desglosado de la siguiente manera: de los 237 millones 132 mil pesos que en ese periodo adeudaba el partido en contabilidad ya se pagaron 14 millones; y de los 85 millones 160 mil 613 pesos por multas firmes, ya sólo se deben 19 millones 393 mil 417.

Asimismo, de los 136 millones que se adeudan por recargos y actualizaciones de impuestos, es factible que prescriban o le sean dispensados al PRD; también están los 19 millones 275 mil 496 derivados de juicios y laudos laborales que no han concluido.

En suma, 478 millones 182 mil 133 pesos en deudas que justificaban la insuficiencia económica para preservar a los trabajadores en sus funciones y de los cuales restan 398 millones 414 mil 935 pesos en pasivos.

Según Cifuentes, buena parte de esos adeudos no son firmes e incluso podrían prescribir, entre ellos los 125 millones que el partido debe al Instituto Nacional Electoral por sanciones de 2014 hacia atrás.

"Nuestros...

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