¿Acabar con la corrupción? ¿Cómo?
Autor | Ernesto Villanueva |
Hasta ahora parece quedar claro que no debe haber cuotas de partidos ni de cuates en las asignaciones de los cargos públicos, en especial de los que fungen como contrapeso y control del ejercicio del poder, toda vez que este esquema reproduce la corrupción, por ejemplo, mediante el conflicto de interés; porque echa mano de perfiles personales que van a contracorriente de la idoneidad de los cargos; y, entre otras cosas, porque reproduce la correlación insana de los partidos en la composición de las instituciones públicas y en la asignación de cargos, lo que imposibilita a esas instancias y mandos cumplir con sus atribuciones en forma debida.
El punto nodal es, entonces, cómo eliminar esas cuotas de partidos y cuates en las designaciones.
La solución sería el siguiente modelo, basado en criterios rigurosos:
-Lanzar convocatorias con mayores requisitos de idoneidad y desprovistas de conceptos jurídicos ambiguos que permitan el ingreso de aspirantes sin las cualidades ni preparación idóneas.
-Aplicar exámenes de control de confianza que incluyan, además del polígrafo, el eye-detect y pruebas toxicológicas, lo que en conjunto arrojaría más de 90% de fiabilidad en los perfiles.
-Encargar estos tests, por ejemplo, a la American Polygraph Association, y éstos a su vez a la organización británica International Investigative Interviewing Research Group, que colabora con la Corte Penal Internacional de La Haya.
-Sustentar estos exámenes en los más altos cánones metodológicos del Standard Practice for Quality Control of Psychophysiological Detection of Decep-tion (Polygraph) Examinations de la es-tandarizadora mundial ASTM.
De esta suerte, los aspirantes que aprueben todos los exámenes conformarían un grupo de un altísimo nivel en términos de confianza, independencia e idoneidad para los distintos cargos públicos. Este esquema de perfiles significaría no estar sujeto a las injerencias partidistas, y en lo que respecta a los servidores públicos asignados a tareas de inteligencia y seguridad nacional, los exámenes tendrán que ser practicados por esas mismas instancias externas, a diferencia de los fraudulentos autoexámenes que impone a sus integrantes el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, organismo que AMLO, dicho sea de paso, ofreció suprimir junto con las tareas de espionaje de ciudadanos.
Del universo final de perfiles revisados se procedería a la insaculación como mecanismo de selección definitiva. Este procedimiento tendrá que basarse...
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