Se acabó el milagro

AutorAndrés Carvas

RÍO DE JANEIRO.- Los indicadores acerca de la desaceleración económica brasileña se multiplicaron en los últimos meses. Tal vez la caída de la bolsa de valores y la cotización del real, la moneda brasileña, sean los que mejor reflejan la inquietud que se vive en el gigante sudamericano.

La Bolsa de Sao Paulo (Bovespa) pasó de 66 mil 574 puntos en enero de 2011, cuando la presidenta Dilma Rousseff comenzó su primer periodo al frente de Brasil, a 47 mil 650 puntos actualmente, cuando apenas inicia el segundo. El real, por su parte, se depreció 20% empujado no sólo por el fortalecimiento del dólar, sino también por los vaivenes de un país que ya resiente el fin de la bonanza.

"No creo que haya habido un milagro económico en Brasil. Esa expresión fue utilizada por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que era muy bueno en el marketing. Pero en cualquier caso, el crecimiento obtenido con el exmandatario (4% anual, en promedio) no lo está consiguiendo Dilma", explica André Nassif, experto en economía internacional de la Universidad Federal Fluminense (UFF) y colaborador de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), considerado el centro de estudios más prestigioso de Brasil.

"La presidenta asegura que el bajo crecimiento (en torno a 1.6% anual durante su primer mandato) se debe a la crisis internacional, pero ese argumento es poco convincente porque otros países similares a nosotros crecen cerca de 5%", señala Nassif.

No son pocas las fuentes que atribuyen los problemas actuales a la gestión de la presidenta, por más que ella consiguiera su segundo mandato -por un estrecho margen de votos- merced a un discurso que prometía la revitalización económica. Sus detractores aseveran, entre otras cosas, que la inflación está demasiado alta para las actuales tasas de crecimiento: los precios aumentaron 6.4% en 2014, mientras que el avance del PIB fue de apenas 0.1 %, según datos provisionales del Banco Central.

En su pronóstico más reciente, publicado el 20 de enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que Brasil se expandirá apenas 0.3% en 2015, y los expertos ya barajan la posibilidad de que la inflación supere 7%. Ni siquiera los tipos de interés bancarios por encima de 12% logran frenar la escalada de los costes.

Bordear la calamidad

"Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: crecimiento con inclusión social. No promoveremos recesión y retrocesos", dijo Rousseff el lunes 2 en una alocución con motivo del inicio de labores de...

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