Acerca de "Grupo México: negocios alternos e indemnizaciones a medias"

De Rodolfo Lacy

Señor director:

Sobre el particular, me dirijo a usted ejerciendo el derecho de réplica que me otorga la ley (decreto por el que se expide la ley reglamentaria del artículo 6, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de derecho de réplica, y reforma y adiciona el artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, artículos 3 y 4), para aclarar que el Colegio de Ingenieros Ambientales de México (Cinam), al que se refiere el artículo, no es una "empresa", sino una asociación civil de carácter gremial sin fines de lucro que, de acuerdo con el reglamento del artículo 5 de la Constitución, agrupa de manera voluntaria a los profesionales de las ciencias e ingeniería ambientales, con el fin de lograr la excelencia en el ejercicio de esta disciplina en nuestro país.

Es un colegio semejante en función y actividad al Colegio de Ingenieros Civiles, Colegio de Arquitectos o al Colegio Médico de México.

Hace 23 años tuve el honor de ser elegido mediante una votación en asamblea como primer presidente del Cinam por un período de dos años; desde entonces, en el colegio han existido 10 consejos directivos. Como expresidente del colegio pertenezco de manera estatutaria al Consejo de Honor, sin tener ninguna relación legal o económica.

Deseo reiterar ante usted algo que hace un año les escribí: a lo largo de mi carrera profesional jamás me he beneficiado de ningún tipo de recurso público o privado. Mi función principal en el Fideicomiso Río Sonora fue coordinar a las instituciones involucradas en la atención del derrame de sustancias tóxicas ocurrido hace cinco años, y vigilar que en todo momento la mina aplicara con prontitud y eficacia las medidas de remediación, reparación y restauración de los daños al medio ambiente y la salud humana. Mis atribuciones no incluyeron funciones de compra o venta de ningún tipo de bienes o servicios.

Contrario a lo que afirma el estudio citado en su artículo, la prioridad del Fideicomiso siempre fue resarcir los daños causados a la población, y así ocurrió: las acciones llevadas a cabo por el Fideicomiso a mi cargo significaron una derrama económica equiparable a siete veces el Producto Interno Bruto anual de la región, ya que se distribuyeron 1,070 millones de pesos (86.7% de los recursos ejercidos por el Fideicomiso) mediante la entrega de 27 mil 111 apoyos económicos directos a la población afectada, en rubros tales como: resarcimientos por afectación a la salud, las actividades productivas, el abastecimiento de agua potabilizada y la rehabilitación de pozos.

La población de la zona en ese entonces se estimaba en poco más de 23 mil habitantes. Para esta acción la población sí participó activamente, pues se instalaron mesas de trabajo en los municipios afectados...

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