Acerca de "La revolución que empezó en Leipzig"

Señor director:

1) Los sucesos vividos alrededor del 9 de noviembre de 1989 en la República Democrática Alemana (RDA) no se pueden considerar una "revolución", tal como se afirma en los tres reportajes -todos firmados por la misma autora-. En dado caso, ha sido un intento de revolución aplastado y traicionado (como lo han sido todos los intentos de revolución en la historia alemana hasta hoy).

2) La autora misma y sus entrevistados dan múltiples ejemplos y argumentos que demuestran y comprueban este aplastamiento y esta traición. Sin embargo, Alcaraz lo deja todo a un nivel de lamento personal de algunos activistas de 1989, decepcionados y desilusionados, sin llevarlo a un nivel conceptual y de entendimiento histórico. Ello hubiera impedido que ella usara el eufemismo "revolución" para un proceso social, económico y político, a final de cuentas, represivo, invasivo y de amnesia histórica que desemboca en la incorporación de la RDA a la RFA (República Federal de Alemania).

2) En esta incorporación de la RDA a la RFA ninguna de las exigencias centrales del movimiento ha sido cumplida, salvo la del libre tránsito hacia países no "socialistas" (en caso de contar con los recursos necesarios, lo que, para la mayoría, salvo excepciones, no está dado). Una exigencia central, la de conservar y hacer accesible permanentemente el archivo de la Stasi (Staatssicherheit, la policía secreta) en una institución independiente y autónoma, para el esclarecimiento de los crímenes cometidos por la misma, ha sido burlada hace apenas unos meses.

En marzo de 2019 se desmantela esta institución, se deshace su estructura y, con ello, se complican sobremanera las investigaciones históricas correspondientes.

4) Al inicio del movimiento prácticamente no existía un ala derechista, pero al final se convirtió en dominante. El momento de quiebre fue cuando los gritos de un socialismo verdadero y no oficialista estadista de "Wir sind das Volk (Nosotros somos el pueblo)" fueron acallados por los gritos nacionalistas y en favor del otro oficialismo pro capitalista: "Wir sind ein Volk (Nosotros somos un pueblo)". Con ello, la amnesia histórica colectiva empezó a imponerse y finalmente ha sido rotundamente exitosa: ya casi nadie quiere ni puede recordar los otros 9 de noviembre en la historia alemana: 1848, 1919,1938 y 1968, que quiero señalar a continuación, también en homenaje a los que sí arriesgaron todo o mucho al inicio del movimiento de 1989 en la RDA:

  1. 9 de noviembre...

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