La activista que desafía al gigante

AutorGabriela Sotomayor

GINEBRA, SUIZA.- Ximei, la joven activista china infectada con VIH a raíz de una transfusión de sangre y quien se ha convertido en la voz de miles de enfermos de sida, ha sufrido malos tratos, acoso, detenciones arbitrarias, arresto domiciliario y severos interrogatorios debido a un documental sobre su vida en el que se denuncia la falta de apoyo del gobierno chino a miles de pacientes de las zonas rurales, los precios exorbitantes de los medicamentos y la estigmatización de la que son víctimas.

La premier mundial del documental Ximei, codirigido por Andy Cohén y Gaylen Ross, y producido por el artista y activista chino Ai Weiwei, tuvo lugar el pasado 16 de marzo en el Festival de Cine y Foro Internacional de Derechos Humanos (FI-FDH), en esta ciudad, que coincide con la sesión de primavera del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En el documental se narra la vida de Ximei, mujer aguerrida nacida en Xincai, en la zona rural de Henan; en 1995 tuvo un accidente -su cabello se enredó en una segadora de trigo-, quedó prácticamente sin cuero cabelludo y, para su desgracia, en el hospital local contrajo el virus del VIH por las transfusiones que se le hicieron con sangre contaminada.

Como Ximei, millones de chinos se infectaron con el VIH en los noventa, cuando el gobierno alentó a los agricultores pobres a vender sangre, etapa conocida como blacfe blood economy. Esa población rural desprevenida contrajo el VIH de los equipos contaminados y sólo en la provincia de Henan se calcula que alrededor de 300 mil personas se infectaron mediante la extracción de sangre y más tarde por las transfusiones de sangre contaminada.

Al finalizar la proyección del documental se organizó un panel de discusión en el que participaron Ai Weiwei, Cohén y Ross, así como Kenneth Roth, director de Human Rights Watch, y la propia Ximei, a quien nadie del público esperaba ver ahí.

Al llegar al escenario, Ximei recibió una ovación de varios minutos; con sus aplausos, el público reconocía su valentía por contar su verdad al mundo y porque a diario se juega la vida por defender los derechos de miles de personas que contrajeron el VIH por negligencia del gobierno chino y por un deficiente sistema de salud en las zonas rurales de su país.

Varias veces la joven activista le ha pedido a Beijing que ofrezca mejor atención médica a sus compañeros sobrevivientes.

De regreso en su hogar recibió un mensaje por We Chat (equivalente chino de WhatsApp) de la representante en China del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida (Onusida), Liu Jie, quien le dijo que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR