Adictos a la comida

La comida chatarra en todas sus presentaciones era la debilidad de Rosa, quien acostumbraba comerla sin control durante todo el día, lo que la llevó a pesar 96 kilos, sin embargo, hace 16 años reconoció que tenía un grave problema alimenticio y que necesitaba ayuda. Fue así como llegó a Comedores Compulsivos Anónimos.

Actualmente, Rosa, agente de ventas, de 66 años presume con orgullo sus 15 años y medio de abstinencia en harinas y azúcares refinadas, y reconoció que les tiene respeto y hasta miedo, ya que la posibilidad de volver a caer en sus garras y consumirlas compulsivamente la llenan de temor.

"El comer compulsivamente era la punta del iceberg de mi neurosis, de la intolerancia y la baja autoestima que tenía, por eso es tan importante aprender a controlar las emociones porque me di cuenta que comía por cansancio, por miedo y por envidia.

"Ahora, después de tantos años de estar en CCA (Comedores Compulsivos An ónimos), cada día que pasa me siento mucho mejor, con más vitalidad y a gusto conmigo misma porque he aprendido a comer sano", exclamó Rosa, quien acostumbra revisar las etiquetas de los productos que ingiere para verificar que no contengan azúcar ni harina.

Todos los días, Rosa le pide a Dios que le de la fortaleza necesaria para no dejarse vencer ante sus debilidades.

Comedores Compulsivos Anónimos es una agrupación que surge en Estados Unidos en 1960 y llega a México 22 años después para ayudar a personas con desórdenes alimenticios como bulimia, anorexia y obesidad, siendo la iglesia de San Agustín, en la colonia Polanco, el primer punto de encuentro.

satisfacen carencias afectivas

La psicóloga Jeanette Rojas, explicó que las causas del comedor compulsivo son multifactoriales, desde la predisposición genética, una familia disfuncional, una personalidad obsesiva-perfeccionista, hasta una cuestión cultural donde se acostumbra a premiar o castigar a través de la comida.

Agregó que los comedores compulsivos sustituyen las carencias afectivas por la comida.

"Es muy difícil que un comedor compulsivo sepa la razón por la que come, pero por lo general lo hacen

LA FRITANGA, SU ADORACION

A partir de la colocación de su marcapasos hace 4 años, Jorge cayó en una depresión que lo llevó a comer compulsivamente y subir 30 kilos.

Al descubrir un póster de CCA pegado en una frutería, Jorge acudió a las reuniones donde señaló, ha aprendido mucho.

"Yo era adicto a la fritanga y ahora que la he dejado me siento de maravilla y todavía más me...

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